Detonan bomba en Bruselas

La explosión en la Estación Central de Trenes no dejó víctimas y el terrorista murió por disparos de los militares

Bruselas, 21 de junio de 2017.- Militares belgas mataron ayer a un hombre en la Estación Central de Trenes de Bruselas, cerca de la turística Gran Plaza, tras una explosión considerada por la Fiscalía belga como un “ataque terrorista”, el último de una serie en Europa.

Hacia las 20:50 de la noche, hora local, soldados “neutralizaron con disparos” al sospechoso, indicó un portavoz de la policía belga, Peter de Waele.

La Fiscalía federal pudo confirmar su muerte horas después debido a que el sospechoso, de entre 30 y 35 años, llevaba un cinturón de explosivos o un objeto que se parecía, y los agentes no podían acercarse con seguridad.

Los disparos ocurrieron después de que “se produjo una pequeña explosión” en la estación, dijo en rueda de prensa el portavoz de la Fiscalía federal, Eric Van Der Sypt, que los calificó de “ataque terrorista”.

Los militares presentes en la escena neutralizaron al sospechoso” tras la explosión, explicó el vocero encargado de investigar los casos de terrorismo, quien aseguró desconocer la identidad del fallecido.

El hombre gritó “Alá Akbar” (Alá es grande) antes de “hacer explotar una maleta con ruedas” en el “entresuelo” de la estación, según el testigo Nicolas Van Herrewegen, empleado de la compañía de ferrocarriles de Bélgica, SNCB.

El portavoz de la policía belga indicó que “no hubo heridos”. Casi una hora después del atentado, las autoridades belgas aseguraron que las situación estaba “bajo control”.

Sin embargo, medios como la cadena pública RTBF hablaron, citando fuentes policiales, de que se buscaba “activamente” a otros dos sospechosos.

La agencia belga informó después de que la policía cerró una calle peatonal cercana a la estación Central y que bordea la Grand Place para que especialistas inspeccionaran un vehículo sospechoso. La Fiscalía no confirmó esos informes.

UNA LLAMARADA

En redes sociales circularon fotos de una llamarada de fuego de varios metros en los pasillos de esta estación, aparentemente poco frecuentados en ese momento.

Hubo un movimiento de pánico de la multitud en la estación, la gente se echó a correr por las vías”, explicó Arnaud Reyman, portavoz de Infrabel, el concesionario ferroviario.
Elisa Roux, portavoz de la SNCB, estimó en “un centenar” las personas evacuadas. “Había gente que lloraba, gente que gritaba. Estaban por supuesto un poco impactados”, agregó.

La estación, donde cada día toman el tren unos 60 mil pasajeros, fue evacuada y el tráfico ferroviario, interrumpido.

Ningún tren circuló después del ataque y las líneas de autobús del centro de la capital fueron desviadas. El Metro dio pase gratuito para ayudar a la gente a regresar a casa.

Las fuerzas de seguridad acordonaron las calles alrededor de la estación y policías con chalecos antibalas impedían a los transeúntes acceder al perímetro de seguridad.

El centro de crisis del Ministerio del Interior mantuvo durante la noche el nivel de alerta terrorista 3 en una escala de 4, lo que significa que las autoridades no tienen información sobre un
nuevo ataque inminente.

Bruselas, que alberga las sedes de la OTAN y la Unión Europea, ha estado en alerta desde hace más de 18 meses, cuando miembros del Estado Islámico que vivían en la ciudad realizaron ataques en París en noviembre de 2015, con un saldo de 130 muertos.

Atacantes asociados a esos hombres pusieron bombas en el aeropuerto y el Metro de Bruselas cuatro meses después, matando a 32 personas.