El candidato al Senado dijo que en estas elecciones no hay tiempo que perder
Mérida, Yucatán, 3 de junio del 2018.- En reunión con un grupo de abogados, contadores y maestros, acompañados de sus familias, el candidato a senador de la coalición Todos por México, Jorge Carlos Ramírez Marín, señaló que en estas elecciones se juega el futuro de Yucatán y no hay tiempo que perder.
«No se puede retroceder ante el avance que se ha logrado, ahora hay que redoblar esfuerzos y emparejar el suelo para quienes el progreso aún es un sueño», indicó el aspirante al Senado de la República.
«En los últimos años, nuestra economía ha crecido por arriba de la media nacional, se han generado 80 mil nuevos empleos, y tenemos avances en la industria, el turismo, el comercio y los servicios, así que vale la pena continuar la ruta trazada», subrayó.
«No hay tiempo que perder, vamos ahora por eliminar las desigualdades, éstas son visibles en Mérida, en nuestras comisarías y, más adentro, en la zona rural son aún más evidentes. Ejemplos que tenemos cerca y a la vista, como el caso de Quintana Roo, nos demuestran que no se puede arriesgar en estrategias que requieran adaptación o acomodo», advirtió Ramírez Marín.
Invitado por un grupo de amigos con los que compartió y convivió como estudiante en el Parque de las Américas, encabezados por Carlos Caamal Polanco, David Barredo Villanueva y Pedro Figueroa Castillo, anfitrión de la reunión, y acompañado de su hijo Guillermo Ramírez Granados, quien también estudia Derecho, el candidato a senador señaló que Yucatán avanza bien, pero es necesario reencauzar los esfuerzos para llevar un mayor nivel de desarrollo a la periferia de Mérida y la zona rural.
«El reto de los próximos años, amigos, es crecer parejo, llevar empleos en serio al sur de Mérida, a las comisarías, a Kanasín, Acanceh, Conkal, y a otros municipios del interior del estado. Lo podemos hacer y, desde luego, será parte de mi trabajo desde el Senado de la República donde defenderé los intereses de Yucatán», enfatizó el candidato, seguido de los aplausos de sus anfitriones.