Existe desorden en la pesca yucateca

No sabemos cuántos permisos fueron otorgados, dijo Rafael Combaluzier

Mérida, Yucatán, 18 de diciembre de 2018.– «Existe un desorden en toda la costa yucateca, no sabemos cuántos permisos fueron dados, ni cuántas lanchas hay, ni cuántos pescadores, ni en dónde viven, ni siquiera a quién le venden», reconoció el nuevo secretario de Pesca y Acuacultura Sustentanble de Yucatán, Rafael Combaluzier Medina, quien pidió “dejarnos de engañar” ya que el pepino de mar se ha comercializado principalmente de manera ilegal en la entidad.

En entrevista para Desde el Balcón, el funcionario explicó que partir del primero de enero entra en funciones la nueva secretaría, y que la primera acción que realizará es un diagnóstico que les permita tener una “radiografía” de los principales problemas que aquejan a los hombres del mar.

“Hay que hacer un diagnóstico para saber cuántas las lanchas hay, cuántos son los pescadores, dónde viven los pescadores, a quiénes les venden, que hacen con el producto; hay que tomar una fotografía para saber donde están los males”.

Añadió que muchos de los problemas han sido causados por ese “desorden”, derivado a que las decisiones fueron tomadas atrás de un escritorio por parte de instancias federales que son las tienen a cargo la regulación de permisos, la aplicación de multas y la vigilancia en la costa.

Al preguntarle si será una secretaría limitada, dejó entre ver que sí, ya que todos los permisos los otorga Conapesca y las atribuciones estatales son menores, pero aseguró que será una dependencia “de gestiones”, y buscará realizar convenios de vigilancia, ordenamiento y sobretodo saber a quien se otorgan los permisos; “tendremos que participar activamente”, aseguró.

Añadió que la instrucción directa del gobernador Mauricio Vila Dosal será mejorar la calidad de vida en la costa, dando oportunidades y regulando, porque fue la misma población quien pidió que la Secretaría de Pesca otorgue “mayor vigilancia” en el mar, debido a las malas practicas que han detectado por parte de algunos grupos de pescadores.

Además aceptó que la mayoría de los comerciantes de pepino de mar se desenvuelven en la ilegalidad, derivado a que no hubo una planeación correcta, y fue desde Mazatlan donde se dieron los permisos -hace años- a un pequeño grupo de cooperativas, lo que motivó que los pescadores se arriesguen a la captura furtiva de esta especie.

“Hay que dejarnos de engañar, el pepino de mar se comercializa principalmente de manera ilegal, y nuestro trabajo será informar a Conapesca de lo que ocurre; si se ordena la pesquería de esta especie se capturaría menos y sería más redituable”.

Expresó que si el sancochado se hace en lugares establecidos y legales los pescadores tendrían un mejor producto y obtendrían mejores ganancias, no como ocurre ahora que lo procesan bajo manglares, en lugares poco higiénicos y enterrado en la arena para no ser descubiertos, “de esta manera termina siendo un producto de segunda [clase]”, explicó.

Dijo que no sólo se trata de cuidar la especie marina, sino de salvar vidas humanas, que, debido a la poca regulación cada vez encuentran pepino de mar a mayores profundidades, lo que les causa la muerte a más de una decena de pescadores cada año. Dejó en claro que estos hombres no pueden ser vistos como unos delincuentes, ya que lo hacen por necesidad.

Respecto al mismo tema, señaló que este “desorden” ha traído como consecuencia que el tejido social de la costa este descompuesto; haciendo referencia a las personas que consumen drogas por las extensas jornadas de trabajo; o bien por la “efervescencia social” o descontento que se produce entre hombres que respetan la veda y los que no, “en muchas ocaciones al ver que otros lo hacen sin consecuencias se animan a pescar ilegalmente la especie”

En cuanto al uso de cloro para la pesca de pulpo, contestó que “no se trata de rumores”, y que efectivamente hay pescadores que ingresan a las profundidades y con la ayuda de un arpón y cloro matan a la especie, provocando que sus huevecillos mueran, y causando daños severos al ecosistema. “Como secretaría de pesca queremos coordinarnos con la Marina y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) para mayor vigilancia”, puntualizó.

35 mil TONELADAS DE PULPO

En cuanto a las cifras, Combaluzier Medina agregó que este año cerró con 35 mil 435 toneladas de pulpo, de las cuales 22 mil  696  fue de la especie Octupus maya y 12 mil 739 de Vulgaris. Calificó a la temporada como “buena”, ya que el año pasado sólo se pescó 20 mil toneladas, y según el funcionario “eso responde a que se están haciendo bien las cosas en materia de veda y sustentabilidad”. (Javier Escalante Rosado)