Existen violencias invisibles contra mujeres en política

Experta sugiere que se incluyan en protocolo de violencia política de género

Mérida, Yucatán, 22 de abril del 2018.- El protocolo de atención a la violencia política contra las mujeres en razón de género que elaborarán diversas instancias en colaboración, entre ellas el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPAC), debe incluir las violencias “invisibles”, como cuando las mujeres son candidatas en municipios o distritos perdedores, expresó la investigadora e integrante de la asociación civil “Mujeres Todas”, Gina Villagómez Valdés.

Como se ha informado, la semana pasada el IEPAC fue autorizado para que en los siguientes días firme un convenio con el Observatorio de Participación Política de las Mujeres para apoyar en la elaboración e implementación del mencionado protocolo, con la finalidad de prevenir y atender los casos de dicho tipo de violencia.

Al respecto, la especialista declaró que es necesario partir desde la evaluación y el seguimiento de los casos de violencia política de género registrados en el estado para que se analicen y consideren las “violencias invisibles”, mismas que por ahora no han recibido mucha atención en los manuales que el propio IEPAC o el Instituto Nacional Electoral (INE), han implementado al respecto.

Villagómez Valdés explicó que por ejemplo, en el caso del manual “La representación política de las mujeres en México”, distribuido la semana pasada en un curso impartido por el INE en la Ciudad de México  a candidatas, la violencia política en razón de género se sigue definiendo en relación a estereotipos de las mujeres.

“Si tu le dices a una mujer que no puede ser candidata y se vaya al lavadero, es violencia de género muy clara. Si cuestionan tu capacidad como mujer también. Pero hay una serie de violencias invisibles, simbólicas que no están siendo consideradas por las autoridades electorales”, sostuvo.

Entre estas, mencionó que está el hecho de poner a mujeres como candidatas en municipios o distritos perdedores, así como los “acuerdos” que se llevan a cabo entre partidos políticos para que uno pueda postular a una mujer y y otro en alianza nombre a un hombre, al cual finalmente brindarán apoyo ambos institutos políticos.

En este punto recordó que estos casos se dieron en Maní, Sacalum y Cuzamá por parte del Partido Acción Nacional (PAN) y en Tepakán por parte del Revolucionario Institucional (PRI). “Según el manual del INE estos casos no se configuran como delitos de violencia política en razón de género porque la mujer está de acuerdo con el varón”, comentó y agregó que por ello es necesario contemplar las violencias invisibles, ya que son las que impiden el avance sustantivo de las mujeres en la política.

Además, la investigadora sugirió que se promuevan acciones afirmativas en pro de la paridad sustantiva, como vigilar que los recursos asignados a la capacitación de las mujeres sean aplicados y que los órganos electorales den a conocer en todo el país los derechos políticos de las mujeres. Sobre posibles sanciones, comentó que primero habría que analizar la configuración de la violencia política de género como delito electoral.

Añadió que el colectivo al que pertenece probablemente envíe estas sugerencias al IEPAC para que las tome en cuenta al momento de la elaboración del protocolo.

Finalmente comentó que en lo que va del proceso electoral solamente se ha interpuesto formalmente una denuncia sobre violencia política de género – de la militante de MORENA, Ana Lilia Pacheco Bojórquez-, aunque también se dieron a conocer casos como el de la ex panista y actual candidata al Senado de MORENA, Mariana Cruz Pool, y los de las candidatas a las alcaldías de Maní, Cuzamá y Sacalum, que declinarán a favor de sus maridos.

Indicó que el pronóstico es que en los presentes comicios no haya más denuncias en la materia “porque difícilmente vamos a encontrar pruebas de estas agresiones” y en caso de que existan otras “no van a trascender”. Por ello, reiteró, es necesario que se analicen los casos que hayan sido difundidos en los medios de comunicación para implementar medidas al respecto. (Lilia Balam)