Irreparable daño ambiental

En 2018, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente clausuró en septiembre un predio en la zona hotelera de Cancún de 217 metros.

Cancún, 4 de febrero de 2019.- El daño ambiental sobre los manglares persisten con los desmontes de manglares para diferentes fines, ya sea para infraestructura de casas, pesca o para actividades turísticas, así como los fenómenos naturales, por lo que continúa siendo una de las principales causas de combate en las Áreas Naturales Protegidas ya que como consecuencia conlleva a la alteración del ecosistema.

Tan sólo por citar algunos casos del 2018, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente clausuró en septiembre un predio en la zona hotelera de Cancún de 217 metros, colindante a la laguna Nichupté, por desmonte de vegetación forestal y entre las especies dañadas se encontraba el mangle botoncillo, el mangle rojo y palma chit.

En mayo hubo desmonte ilegal de manglar y remoción de palmeras en la zona residencial y turística de Puerto Aventuras. En el Área Protegida de Flora y Fauna “Yum Balam”, en Holbox, en noviembre pasado fueron clausurados cuatro predios donde se detectó retiro irregular de manglar, afectando una superficie de cuatro mil 408 metros cuadrados.

Cristopher González Baca, director regional de la Península de Yucatán y el Caribe mexicano de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), comentó que los humedales en Quintana Roo tales como la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an, los humedales de Cozumel y el Área de Protección de Flora y Fauna “Manglares de Nichupté”, tuvieron afectaciones después del huracán “Wilma” en 2005. (Quintana Roo).