Michael Jackson pudo haber clonado su ADN antes de morir

El cantante estadunidense habría pagado millones de dólares a científicos punteros en el campo de la investigación genética.

CIUDAD DE MÉXICO, 31 de octubre de 2014.- El cantante estadunidense Michael Jackson habría pagado millones de dólares a varios científicos europeos punteros en el campo de la investigación genética para que clonaran su ADN con el objetivo de crear réplicas suyas posteriormente poco antes de su deceso en junio de 2009.

El Rey del pop esperaba que su legado pudiese continuar adelante incluso después de su muerte, por lo que habría realizado diversos «depósitos seguros» en diferentes bancos de esperma a lo largo y ancho del globo para que fuesen utilizados en el caso de que falleciera, según confesó el difunto diseñador Andre Van Pier, creador de varios de los trajes más icónicos de Michael y de su hermana La Toya Jackson, a Michael C. Luckman, director del Centro de Nueva York para la Búsqueda de Vida Extraterrestre, en exclusiva a BANG Showbiz.

El entusiasmo de Michael por todo el tema empezó después del éxito de la clonación de la oveja Dolly y fue en aumento cuando se enteró del falso rumor propagado por los Raelianos, un grupo que rinde culto a la vida extraterreste, que aseguraban que habían logrado clonar al primer bebé humano», aseguró Luckman durante una entrevista.

Las muestras de espermas del malogrado artista habrían sido trasladadas por orden de su familia desde una clínica de fertilidad de Los Ángeles a Inglaterra por razones de seguridad.

«Michael invirtió mucho dinero y tiempo tratando de conseguir su objetivo. Podríamos ver a muchas grandes estrellas vivas de nuevo gracias a la ciencia. Por ejemplo, el dentista canadiense Michael Zuk compró un diente de John Lennon en una subasta y ya ha anunciado que planea utilizar su ADN para crear una copia perfecta del ex Beatle», concluyó Luckman, quien acaba de concluir su último libro, ‘The Battle for Michael Jackson’s Soul’ (La batalla por el alma de Michael Jackson), que documenta la fascinación de la estrella del pop por la clonación humana.