La doctora Sandra Peniche denunció acoso por parte de los uniformados y rezadoras
Mérida, Yucatán, 9 de marzo de 2018.- La directora de la Clínica Servicios Humanitarios en Salud Sexual y Reproductiva, Sandra Peniche Quintal denunció que sufrió hostigamiento por parte de elementos de la Policía Municipal de Mérida, quienes le exigieron que retirara el cuadro de una vulva que tenía colocado en su camioneta, afuera del lugar.
Un grupo de mujeres –quienes desde hace días rezan enfrente de esa clínica para “acabar con el aborto en Yucatán”-, mandaron llamar a los uniformados para quejarse de la imagen que la doctora tenía en su camioneta.
Según los policías y las rezadores, ese cuadro era “pornográfico”, por lo que no debería estar expuesto en la vía pública.
Los elementos policiacos tocaron a la puerta de la Clínica para entrevistarse con la doctora Sandra Peniche, a quien le pidieron que retirara el cuadro de la camioneta, pues ya se habían quejado las promotoras de la campaña “40 días por la Vida”
“Obviamente les dije que no, porque yo estoy en mi derecho de poner ese cuadro en mi camioneta y colocarle flores, así como ellas están rezándole a las imágenes que quieran”, señaló la doctora en entrevista para Desde el Balcón.
Fue entonces que los policías le pidieron a Peniche Quintal que los acompañara a la comandancia municipal para aclarar la situación, a lo que ella se negó porque no estaba cometiendo ningún delito.
“Les dije que con gusto los acompañaría si me presentan una orden de citatorio y el motivo por el cual tendría que ir. Yo no cometí ninguna infracción. Eso que hicieron fue un atentado a mi libertad de expresión”, declaró.
Dijo que con este acto, se siente hostigada por la Policía de Mérida, y que se trató de un acoso, por tal razón interpondrá una denuncia en contra de la corporación.
De igual manera criticó que las rezadores de “40 días por la Vida” están violentando los derechos humanos de los trabajadores y usuarias de la clínica, a quienes constantemente están fotografiando o grabando.
Lamentó que las autoridades no hicieron caso a la solicitud de organizaciones defensoras de derechos humanos para impedir que esas personas sigan discriminando y estigmatizando a las usuarias. (Herbeth Escalante)