Por rezadoras, refuerzan seguridad en clínica

La Segob y CNDH instalaron protectores matálicos y puertas de cristal en esas instalaciones

Mérida, Yucatán, 10 de octubre de 2018.–  Ante el presunto “acoso” que han vivido por parte de las mujeres que rezan frente a la Clínica de Servicios Humanitarios en Salud Sexual y Reproductiva, la Secretaria de Gobernación (Segob) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) aumentó la seguridad en esas instalaciones médicas, dotando de protectores metálicos y puertas de cristal para proteger la integridad de las pacientes y las doctoras que trabajan en el lugar.

Cabe recordar que el pasado 26 de septiembre inició la segunda campaña anual denominada “40 días por la vida”, en donde mujeres con ideologías cristianas rezan y ayunan por el “fin del aborto” a las puertas de las clínicas hospitalarias que atienden a mujeres que desean interrumpir su embarazo.

Al respecto, la directora de la clínica antes mencionada, Sandra Peniche Quintal explicó que ante esa situación, personal de la SEGOB y la CNDH acudió para instalarle protectores metálicos y cristales de seguridad a las afueras del lugar ubicado en  la calle 54 por 49 del Centro de Mérida. Cabe señalar que en marzo pasado la doctora fue “apuñalada” con un desarmador a las afueras de esas instalaciones, por lo que interpuso una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) para que investigue los hechos.

“Las rezadoras religiosas promueven ‘un tipo de terrorismo’ y violentan los derechos de las mujeres. A nadie se le puede obligar a cursar una gestación que no quiere o no puede, el embarazo no puede ser forzado por ninguna persona”, recalcó para este medio, la doctora y activista social.

A su vez Gabriela Vizcarra, Maricarmen Iturralde, Gretta Suarez -quienes se encontraban a las afueras rezando- negaron las acusaciones, aseguraron que sus rezos son en silencio, y no molestan a las pacientes, tampoco brindan información o asesoría.

Por su parte, la doctora expuso que “los rezos no incluyen carteles,  y quien reza debe hacerlo en sus templos y no enfrente de un servicio médico”, e incluso señaló que las rezadoras suelen tomarle fotografías a las mujeres que salen o entran en la clínica.

El grupo de mujeres de ideología católica, dijo que ninguna mujer debería abortar -incluso cuando el embarazo haya sido producto de una violación- debido a que la mujer vivirá “por siempre” con un sentimiento de culpa por haber tomado la decisión.

“Nosotras no somos mujeres fanáticas, sólo somos defensoras de la vida”, argumentó el grupo de mujeres a las afueras de la clínica, quienes consideran que el debate público en torno al aborto no será resuelto en los próximos años, pero ellas continuaran “sembrando la semilla para que otras personas cosechen en el futuro”.

Para finalizar, Sandra Peniche reiteró que estas mujeres promueven una apología de odio hacia ella y a la institución que representa. (Javier Escalante Rosado)