Quitarse la venda de los ojos, reto de la justicia

Expresó el catedrático de la universidad de Washington, Emilio C. Viano

Mérida, Yucatán, 29 de noviembre de 2018.– El primer reto de la justicia es quitarse la venda de los ojos y tener la audacia de saber qué está pasando en la realidad para tomar en cuenta a la víctima que sufrió un hecho delictuoso, expresó el catedrático de la universidad de Washington, Emilio C. Viano, en una conferencia que ofreció esta tarde en el auditorio “Víctor Manuel Cervera Pacheco” del Tribunal Superior de Justicia.

El Dr. Viano señaló que la víctima juega un papel fundamental en la sociedad, ya que es la  encargada de denunciar un hecho, de relatar lo que en realidad pasó,  resaltó que son las víctimas quienes aspiran a la justicia y que es el derecho el vehículo por el cual se materializa.
Mencionó que el derecho penal se ha perfeccionado con el paso del tiempo, sin embargo ha sido poca la evolución en cuanto a las víctimas, ya que el castigo al victimario es la obsesión social.
“La idea de justicia penal parece vinculada a la noción de castigo. El castigo al culpable se transforma en una obsesión social”
Afirmó que la parte olvidada del proceso es la víctima ya que solo se busca incrementar garantías o buscar penalidades más altas para los victimarios.
Sin embargo, añadió que el proceso penal debe restablecer el diálogo social, procurando velar por la víctima como eje principal y que el infractor acepte su responsabilidad por medio de una justicia menos obsesionada por el castigo y sí basada en alternativas como la justicia restaurativa o justicia reparadora.
Por último, refirió que los medios alternos, como la mediación penal, son elementos necesarios para la convivencia y paz social, por medio de una sociedad más justa en la que no todo se le debe delegar a los jueces.
La conferencia fue coordinada por la Comisión de Igualdad de Género  y enlace nacional ante la CONATRIB y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, magistrada Ligia Aurora Cortés Ortega, en colaboración con la maestra Reyna Faride Peña Castillo de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Yucatán.