Tiro al Blanco:

Después de los resultados poco halagueños para el priismo de Yucatán en el que perdieron la gubernatura del Estado, apenas si ganaron la mayoría simple en la próxima legislatura, aparecieron las voces inconformes que exigen la destitución inmediata de directivos de ese partido y la revisión de su llamada «estructura electoral» que al menos en Mérida, no funcionó.

De paso advierten que la derrota a Mauricio Sahuí Rivero se fincó con la pésima campaña que el priismo hizo en la ciudad capital del Estado.

De inmediato trascendió que ahora será cuestión de ver quién se aventará sobre sus espaldas la recomposición del tricolor o recoger sus saldos a riesgo de que de no hacerlo, «irá en caída libre».

Por lo pronto ya asomaron los arreglos entre políticos priistas como Francisco Torres Rivas y Liborio Vidal Aguilar para tratar de «liderear» a mediano plazo lo que quedó del PRI.

O también los nombres de Pablo Gamboa Miner, hijo del coordinador parlamentario del PRI en el Senado de la República, Emilio Gamboa Patrón, o incluso de Walter Salazar Cano, aún titular de Sedesol estatal, quien a decir de sus cercanos ya se «desmarcó» de varios de sus amigos, entre ellos, el candidato perdedor en Mérida, Víctor Caballero Durán.

Así las cosas, el priismo yucateco invitado a recomponerse o empeorar, todo dependerá de lo que hagan o dejen de hacer para recuperar la confianza ciudadana que perdieron tendrían que empezar a trabajar, desde el domingo pasado.

Será cuestión de ellos y solamente de ellos, hacerlo o seguir creyendo que lo tienen todo consigo.(desdeelbalcon.com)