Pues en medio de la desgracia que les acompaña después de haber perdido la gubernatura del Estado, algunos de los que todavía se ostentan priistas ya levantaron la mano para relevar al actual presidente estatal del tricolor, Carlos Sobrino Argáez, y entre ellos, el que menos mal visto está, es el empresario Álvaro Traconis Flores, a quien se relaciona con el Senador de la República, Jorge Carlos Ramírez Marín.
Los otros dos aspirantes son Walter Salazar Cano, a quien parece no ayudarle mucho su amistad y relación con el ex Secretario general de gobierno y ex candidato priista a la alcaldía de Mérida (derrotado por el PAN el pasado 1o. de Julio), Víctor Caballero Durán.
Otro más es el aún delegado de la STPS, Ricardo Béjar Herrera, quien parece que tuvo una desatinada ocurrencia al decir que sería bueno pensar en vender el edificio sede del PRI, la llamada «Casa del Pueblo». No menos de 20 reconocidos priistas consideraron que la idea es una total estupidez.
Y pues mientras tanto, Sobrino Argáez sigue en la silla de la presidencia de ese partido y es claro que dificilmente haya un cambio sino hasta los primeros meses del año 2019. Unos dicen que sigan con la práctica de que «desde arriba», les digan quién y otros más ya arengan el terreno pantanoso para que haya una mayúscula votación de las «bases» tricolores.
Así las cosas, no pinta nada bien el panorama para los del PRI, al menos en el cierre de este 2018. (desdeelbalcon.com)