Científicos señalan que la restauración del equinodermo tardaría cinco décadas
Mérida, Yucatán, 3 de agosto de 2021.- La sobreexplotación del pepino de mar en aguas de la Península de Yucatán ha puesto en riesgo la captura de otras especies de importancia comercial para la región, ya que estos organismos evitan el deterioro de zonas donde se desarrollan el pulpo y la langosta.
Por ello, científicos de la Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) implementan una estrategia de restauración de poblaciones sobreexplotadas de pepino de mar, que de manera natural tardaría hasta cinco décadas en recuperarse.
“Con este estudio se aceleraría el proceso de recuperación de esta especie altamente cotizada en el mercado asiático y estadunidense; se trata de la evaluación de dos estrategias de restauración poblacional del pepino de mar”, afirmó el investigador del Cinvestav, Miguel Olvera Novoa, quien trabaja con académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).
Puntualizó que ambas estrategias estuvieron enfocadas a unidades de pepino de mar, que fueron trasladados desde otras zonas menos afectadas y a individuos juveniles de esta especie cultivados en la Estación Marina del Cinvestav en Sisal.
Comentó que la investigación, que fue publicada en la revista Estuarine, Coastal and Shelf Science, indica que tanto los individuos trasladados como los cultivados en el laboratorio y luego liberados en refugios naturales y artificiales de Sisal, sobrevivieron en el nuevo hábitat, lo cual sugiere que las poblaciones tienen potencial para ser restauradas.
“De acuerdo con los resultados, la supervivencia de los pepinos de mar fue mayor cuando los sembraron en bajas densidades, lo cual podría deberse a que existe menor competencia por el espacio y el alimento”, manifestó el investigador líder del proyecto científico.
Indicó que se registró un aumento de talla y peso en los individuos incluidos en el estudio, pues ejemplares juveniles sembrados, cultivados y liberados en zonas con refugios artificiales mostraron crecimiento.
“Una estrategia de restauración poblacional del pepino de mar debe tomar en cuenta la cantidad de ejemplares silvestres a trasladar y el establecimiento de refugios artificiales que garanticen mayor supervivencia de los juveniles cultivados tras su liberación”, recalcó.
Desde hace 10 años, el pepino de mar se convirtió en un recurso pesquero de importancia económica en Yucatán debido a su alto valor en el mercado asiático, lo que ha llevado a la sobreexplotación y al establecimiento de la veda permanente que prohíbe su captura.
Jorge Euán