Acusan a policías de la SSP de tortura

La joven Silvia Bentata interpuso una denuncia ante la CODHEY; la confundieron con una narcomenudista

Mérida, Yucatán, 14 de octubre de 2019.- El miércoles 2 de octubre, Silvia Guadalupe Bentata Romero salió de su casa en Mérida, Yucatán, acompañada de su madre. Pasaron a una tienda a comprar cigarros y cuando salieron su auto estaba rodeado de policías estatales. Desde entonces se atiende diariamente de las quemaduras que le dejaron en la espalda baja y el abdomen producto de la detención arbitraria y de los presuntos actos de tortura.

La joven de 27 años es originaria de Progreso, estudió leyes, es jugadora de fútbol americano y tiene un diagnóstico de epilepsia de lóbulo temporal, pero la policía la confundió con otra mujer que tiene cargos por narcomenudeo.

Este no es un hecho aislado. La Comisión de Derechos Humanos del estado de Yucatán ha documentado que de 2017 a la fecha la Secretaría de Seguridad Pública suma mil 153 quejas por detenciones arbitrarias, lesiones, prestación indebida del servicio público, amenazas y allanamiento de morada. En ese lapso la Comisión ha emitido 23 recomendaciones para la dependencia por violaciones a derechos humanos.

El presidente de la Comisión, Miguel Oscar Sabido Santana recibió el 7 de octubre pasado la queja que presentó Bentata.

“Se narran hechos graves que pudieran encuadran en tratos crueles e inhumanos o incluso en tortura. Vamos a hacer todas las investigaciones pertinentes”, aseguró el funcionario.

Y agrega que han hecho acercamientos a las autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública del estado para para evitar que se sigan cometiendo los hechos por los que han recibido quejas ciudadanas.

Una mañana acompañámos a Silvia hasta el hospital donde se hace las curaciones. Nos mostró los rastros que asegura le dejaron los policías con taser con que le dieron descargas eléctricas. Su piel está en carne viva.

Ahí en la sala de espera narró cómo los policías la metieron a la fuerza a patrulla sin una orden de aprehensión.

Silvia María, madre de la joven miraba impotente la escena cuando su única hija comenzó a sufrir un ataque de epilepsia. “Ella no tiene nada, son payasadas”, recuerda que respondió el elemento policial, mientras según Silvia María golpearon a la joven en la cara.

Antes de ir a los separos, Silvia sostiene que la llevaron a un campo de entrenamiento de la Secretaría de Seguridad Pública. La señalaban de ser narcomenudista.

“Seguían aferrados de que era yo, me estaban dando toques, que yo firmara”, dice Bentata quien ya presentó denuncia en la Fiscalía del estado y en asuntos internos de la Secretaría de Seguridad Pública.

Al estar detenida, la joven recordó que meses atrás tuvo un incidente por alterar el orden en la vía pública y pidió a los policías que verificaran su identidad en aquel registro. Uno de los elementos accedió a la petición.

“Dijo tiene razón es Silvia Guadalupe Bentata Romero y solo dijeron: disculpa nos confundimos”, narra Bentata molesta.

Ahora la madre de la joven pide la destitución de los policías que agredieron a su hija y que paguen por los daños y perjuicios ocasionados.

Silvia piensa que está vez ella fue la víctima, pero le preocupa que la policía de Yucatán siga agrediendo ciudadanos. “Que se pongan primero a averiguar, que no solo agarren gente por agarrar, que no sean así”, concluye antes de pasar al médico por una más de sus curaciones.

Agencias