Aislada en Perú y sin las cenizas de su esposo

Hijo del yucateco que murió por Covid-19 en Sudamérica pide a la SRE garantizar la salud de su madre y pronto retorno a Mérida

Mérida, Yucatán, 25 de marzo de 2020.- La vida del maestro Alonso Rodríguez Trujillo cambió en un instante, su padre se convirtió en el primer mexicano que murió por coronavirus en el extranjero, y su mamá, una persona adulta mayor, se encuentra imposibilitada de regresar ya que los vuelos entre Perú y México se suspendieron por la contingencia sanitaria.

Actualmente, pide la intervención del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón para que garantice la salud de su madre, doña Ethel del Carmen Trujillo Trujillo, quien está aislada y sin las cenizas de su esposo en un hotel de Cusco.

ASI INICIÓ EL VIAJE

En exclusiva para Desde el Balcón narró que nunca imaginó que un viaje de reflexión religiosa terminaría con la vida de su papá, el profesor Isaías Rodríguez y Rivero, quien se infectó de Covid-19 en las últimas semanas.

Relata que todo comenzó a principios de marzo, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) aún no decretaba al covid-19 como una pandemia.

Aseguró que su padre estaba muy involucrado con la diócesis y organizaba viajes –junto con el sacerdote Raymundo, del poblado de Tekit– para conocer lugares santos, con la intención de recaudar fondos monetarios e invertirlos posteriormente en la construcción de parroquias, tal y como lo hizo en Caucel, Pensiones o Pacabtún, solo por mencionar algunas. 

En esta ocasión, el hoy fallecido de 76 años y su esposa de 79 años, salieron de Mérida con rumbo a Perú, en compañía de una veintena de personas; al principió todo ocurrió con normalidad, hasta que se decretó estado de emergencia en aquel lugar.

A mediados de marzo, el señor Rodríguez y Rivero, durante el viaje, sintió malestares físicos, pero un doctor lo diagnosticó erróneamente y le dijo que solo presentaba un cuadro básico de gripa.

La señora Ethel del Carmen Trujillo Trujillo y su hijo. (Fotografía cortesía de la familia).

“Mi padre tomó sus medicamentos normales para la gripa y nunca pensó que se trataba de coronavirus, y que días después empeoraría su salud”, puntualizó su hijo.

Al pasar los días y desatarse el estado de alarma en Perú, el grupo de yucatecos optó por cancelar sus vuelos de regreso y aplazarlos hasta el 31 de marzo, fecha en la que se supuestamente se reanudarían los vuelos comerciales, pero eso no ocurrió, y los adultos mayores permanecieron aislados por instrucciones del gobierno peruano.

Luego de esperar varios días, un avión de Aeroméxico les facilitó su regreso a través de un vuelo humanitario, pero don Isaías fue imposibilitado a volar, debido a que sufría una fiebre antes de abordar la aeronave.

Bajo esa indicación, los esposos fueron separados del grupo y devueltos a su hotel, donde permanecieron aislados por las siguientes horas.

Pero la tragedia llegó y el hombre falleció durante el fin de semana.

Hasta el momento, luego de hacerle las respectivas pruebas, su esposa aún está a la espera de los resultados.

Ante la situación, la secretaria general de gobierno, María Fritz Sierra, se comunicó con los familiares para ofrecerle asesoría y vincularlos con personal cancillería mexicana.

“Yo solo pido que mi madre sea atendida, que cuiden su salud, tiene casi 80 años y el evento la tiene muy decaída anímicamente; no importa si me la regresan en navidad, pero que venga viva, eso queremos principalmente”, finalizó su hijo.

Javier Escalante Rosado