América tiene poco tino con mexicanos

Encontrar a jugadores nacidos en el país, capaces de hacer frente a la exigencia de las Águilas, ha sido complicado en la gestión Peláez-Romano, donde han sido contados los éxitos.

México, 05 de enero de 2016.– Encontrar refuerzos mexicanos que respondan a las exigencias de la institución se le ha complicado al América en la etapa de Ricardo Peláez-José Romano. La mayoría de las incorporaciones de connacionales en los últimos cuatro años no logró echar raíces ni destacar, salvo contados casos.

En dicha etapa, sin contar los regresos del los canteranos Martín Zúñiga, que incluso ya fue nuevamente prestado, y Erik Pimentel, hasta antes de Jesús Moreno su último fichaje mexicano, han sido 16 los refuerzos nacidos en el país que han fichado las Águilas. De ellos Moisés Muñoz, Oribe Peralta y Francisco Javier Rodríguez lograron convertirse en elementos imprescindibles, titulares, mientras que el resto le tocó vivir claroscuros.

En el primer paquete, para hacer frente al torneo Clausura 2012, a la par de Muñoz, arribaron José María Cárdenas y Christian Bermúdez. El Chema sólo jugó un año ahí tras perder la titularidad, mientras que el Hobbit fue constante en el primero de los cuatro torneos. Moi, en cambio, es ídolo, ya con dos títulos.

Los siguientes en ser firmados, para el Apertura 2012, fueron los defensas Adrián Aldrete y Efraín Juárez, sin que ninguno pudiera alcanzar su mejor nivel. El primero fue importante sólo en el primer semestre de los dos años que duró hasta la irrupción de Miguel Layún, mientras que Juárez no abandonó la banca en el año que estuvo por el buen nivel de Paul Aguilar.

Para el Clausura 2013, una de las contrataciones más estruendosas fue el regreso del país de Francisco Javier Rodríguez, quien fue fundamental para que el América lograra el título en ese torneo. Duró tres semestres en total, siempre titular, hasta que tuvo un roce con el técnico Antonio Mohamed que marcó su salida.

Tras el título obtenido del Clausura 2013, el club de Coapa empezó a experimentar con jugadores de menor renombre y corto palmarés, combinado, en algunos casos, con figuras importantes.

Por ejemplo, para el Apertura 2013 sumó a sus filas a Luis Ángel Mendoza y Carlos Gutiérrez, quienes estaban olvidados por sus técnicos en Tigres y Atlas. El Quik salió después de tres torneos porque era inconsistente y Gutiérrez apenas tuvo actividad.

Para el Apertura 2014 llegó la cuota más alta de refuerzos mexicanos al América, con cinco, encabezados por el Cepillo Peralta, quien incluso hoy es un referente del club. También se sumaron a Daniel Guerrero, que sigue hasta hoy; José Madueña y Moisés Velasco, que jugaron más con la Sub 20 que con el primer equipo; y Osmar Mares, quien es opción de cambio.

En el Clausura 2015 los nombres de Adrián Marín, Alberto García y Javier Güémez aumentaron la cifra, sin que ninguno pudiera ser relevante. Salió ya el Guamerú a la UdeG, a Marín lo afectó la indisciplina y Güémez, que era banca, está lesionado. (Excelsior)