Aumenta población con trastornos mentales

Foto de internet.

El intento de suicidio y demencia senil, los más frecuentes en Yucatán

Mérida, Yucatán, 13 de septiembre del 2020.- Según especialistas la pandemia del covid-19 revela que el sistema nacional de salud no está preparado para atender la creciente población con algún tipo de trastorno mental, el cual asciende a más de 860 mil pacientes, donde los intentos de suicidio y la demencia senil son los casos más frecuentes.

Estudios del Centro de Investigaciones Regionales (CIR) de la UADY revelan que las enfermedades mentales en Yucatán comienzan antes de los 14 años, pero la mayoría de los casos no se detectan ni se tratan.

Investigaciones de Gloria Arankowsky, perteneciente al cuerpo científico del CIR, afirma que las autoridades estatales de Salud no registran los intentos de suicidio por lo que esta falta de información impide el diseño y aplicación de estrategias de prevención para reducir los índices de este flagelo social.

«De acuerdo con los resultados de nuestras investigaciones, el 28 por ciento de los yucatecos con cuadros depresivos, entre 15 y 29 años de edad, han intentado suicidarse, sobre todo mujeres que sufren de violencia intrafamiliar.

Manifestó que la violencia intrafamiliar es un factor determinante que empuja al suicidio a las mujeres, “en 2017, se registraron 124 intentos de suicidio, de los cuales 75 fueron mujeres y 24 varones, lo que indica que la tendencia es mayor en el sector femenino”.

Por su parte, José Miguel Ceballos Pinto, presidente de la Asociación Civil “Alzheimer del Sureste”, urgió involucrar a toda la sociedad para contar con una estrategia pública de cuidados, terapias y acciones para una vida sana.

Dijo que se debe con infraestructura y especialistas para el adulto mayor en México, en particular el que padece algún tipo de demencia y otros trastornos conductuales, que en el 2035 será el doble, es decir cerca de un millón 700 mil personas.

Manifestó que la demencia es uno de los factores que más contribuyen a la discapacidad y a la dependencia en las personas adultas mayores, de tal forma que el gasto de bolsillo catastrófico alcanza hasta al 60 por ciento de las familias que asumen el cuidado de una persona afectada por algún tipo de trastorno.

Jorge Euán