Británica mató a sus padres y los enterró durante 15 años en su jardín

Susan y Christopher Edwards recibieron un dictamen de culpabilidad en el Tribunal de Nottingham y se espera que sean sentenciados a cadena perpetua.

LONDRES, 20 de junio de 2014.- Una mujer británica de 56 años y su marido, de 57, fueron hoy declarados culpables del asesinato de los padres de ella después de que, 15 años después, fuesen descubiertos sus cadáveres, enterrados en el jardín de su casa.

Susan y Christopher Edwards, que la ayudó a encubrir los hechos y a cobrar el dinero y pensión de las víctimas, recibieron un dictamen de culpabilidad en el Tribunal de Nottingham (centro de Inglaterra) y se espera que sean sentenciados en otra audiencia.

El caso de esta pareja ha causado conmoción al hallar la Policía los cadáveres de Patricia y William Wycherley 15 años después de su muerte en mayo de 1998 y porque los autores pasaron todo ese tiempo pretendiendo que los difuntos seguían con vida para percibir sus prestaciones sociales.

Susan Edwards, que durante el juicio ha confesado que a veces tiene dificultades para distinguir fantasía de realidad, asegura que su madre mató a su padre, y que ella la mató porque le había provocado con comentarios desagradables.

Según Edwards, que admite homicidio pero no asesinato, después de disparar a su padre, que entonces tenía 85 años, la madre, de 63, le provocó diciéndole que era una hija no deseada y que sabía que había sido abusada sexualmente por su progenitor.

Tras matar a la madre, la autora se confesó a su esposo y el fin de semana siguiente ambos enterraron los cuerpos en el jardín trasero de la casa de los Wycherley.

En 2005, vendieron esa propiedad con los cadáveres allí enterrados.

La pareja, que tenía dificultades financieras, vació las cuentas bancarias de los muertos y durante años percibió sus pensiones, hasta un monto de 245 mil libras (306 mil euros).

La voz de alarma la dio la madrastra de Christopher Edwards, a quien le confesó los hechos cuando se vio necesitado de dinero, y ello condujo a que la Policía desenterrara los cuerpos, envueltos en ropa de cama, el 10 de octubre de 2013.

Durante el proceso judicial, la fiscal, Dona Parry-Jones, dijo que fue «un asesinato frío y calculado, motivado por la avaricia».

Ambos podrían afrontar la cadena perpetua cuando sean sentenciados en una fecha aún no especificada. (Excélsior)