Buscan rescatar a la industria editorial mexicana

Hacen un llamado al gobierno para crear medidas fiscales que protejan a la industria durante la emergencia

Ciudad de México, 6 de mayo del 2020.- En los tres primeros meses de 2020, la venta de libros ascendía a 300 mil unidades por semana; desde el 5 de abril, momento en que se declaró la emergencia sanitaria por COVID-19 en México, sólo ha alcanzado las 100 mil.

“La principal entrada de las editoriales y las librerías proviene de su ingreso en caja”, consideró Juan Arzoz, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), quien a través de llamados al gobierno busca frenar el impacto negativo que la emergencia provoca al gremio.

A través del desplegado “Posición de la cadena del libro ante la emergencia sanitaria”, la Cámara solicitó a las autoridades la creación de medidas fiscales que protejan el empleo y garanticen la existencia de la industria editorial.

En dicho documento, la Caniem solicitó diferir el cobro del ISR y la declaración anual de las personas físicas y morales; simplificar y acelerar la devolución del IVA a las compañías con saldos a favor; eliminar de forma temporal el Impuesto Sobre Nómina, y otorgar créditos a largo plazo y a tasas reducidas.

Para Arzoz, no sólo se trata de la pérdida monetaria de las ventas, sino también del riesgo que implica la cancelación de ferias y de proyectos editoriales para la producción de títulos.

“Para fomentar la lectura y la compra de libros en línea hemos emprendido, con la Asociación de Librerías de México (ALMAC), las iniciativas #YoLeoEnCasa y “De la librería a tu casa”, dijo.

Desde marzo, la Caniem sostiene encuentros semanales con Almac para desarrollar mecanismos que ayuden a las editoriales y librerías a recuperarse.

demás, reveló que la Cámara se encuentra gestionando una prórroga con la Feria Internacional del Libro de Guadalajara para el pago de los stands de la edición de este año.

El presidente de Caniem calcula que la industria editorial podría tardar en estabilizarse de 10 a 12 meses una vez terminada la cuarentena en el país.

“Estamos solicitando que la reapertura de librerías y centros culturales sea un poquito más rápido que la del comercio local”, finalizó.

Agencias