Cárceles de Cancún y Carrillo Puerto, las peores

Fueron cinco aspectos los que se revisaron que permitieron conocer la realidad de las llamadas “escuelas del crimen”.

Cancún, 10 de marzo de 2019.– Las cárceles de Benito Juárez y Felipe Carrillo Puerto son las peores evaluadas de la entidad, con una calificación reprobatoria que les fue impuesta por la Comisión estatal de los Derechos Humanos.

Fueron cinco aspectos los que se revisaron que permitieron conocer la realidad de las llamadas “escuelas del crimen”, en materia de derechos e integridad física y moral, estancia digna, reinserción social y requerimientos específicos.

En una escala de calificación de 0 a 10, Felipe Carrillo Puerto tuvo la calificación más baja, con 4.84 puntos; Benito Juárez, 5.51; Chetumal, 6.23; Playa del Carmen, 6.40 y Cozumel fue la mejor evaluada con 7.24.

La supervisión se realizó con visitas de verificación y la aplicación de cuestionarios que se detectaron las carencias que privan en esos lugares y que demandan acciones públicas correctivas.

De acuerdo al Diagnóstico de Supervisión Penitenciaria 2017, que se presentó recientemente, la Cárcel Pública Municipal de Felipe Carrillo Puerto y el Centro de Reinserción en Benito Juárez carecen de una estrategia a favor del interno pues se deja de atender a grupos con requerimientos específicos y se incumplen aspectos para una estancia digna, integridad física y moral de las personas presas, además que faltan condiciones de gobernabilidad.

En Chetumal hay espacios insuficientes para la visita familiar y la zona de patio, existe fauna nociva como ratas, hay control de actividades entre grupos de internos, falta separación de procesados y sentenciados, se carecen de áreas, implementos y acondicionamiento de instalaciones para personas adultas mayores y en situación vulnerable.

Además, se requieren intérpretes para población indígena, tratamientos y áreas específicas para enfermos de VIH Sida y áreas de resguardo para personas de la diversidad sexual, sin que se tenga tampoco, un registro de personas con adicciones, entre otros faltantes.

En el Centro de Retención Municipal de Playa del Carmen hay sobrepoblación y hacinamiento en áreas focalizadas, el área médica da servicio a población mixta, hay ingreso de objetos y sustancia prohibidas, falta capacitación laboral para los presos y el servicio médico es deficiente para mujeres y sus hijos que ahí viven.

Los mejores calificados fueron Cozumel y Playa del Carmen, pero también se les reportó con falta de instrumental médico, odontológico, medicamentos y material de curación, área de cocina y comedor, información de planificación familiar, dotación de toallas sanitarias, bastones, muletas, sillas de ruedas y dietas especiales para adultos mayores.

Los visitadores encontraron problemas comunes en todos los penales, como sobrepoblación y hacinamiento, servicio médico deficiente y falta de acciones para prevenir incidentes violentos, capacitación del personal de seguridad y falta de atención y supervisión médica, sicológica y de trabajo social.

Persiste también la negativa de autoridades de impulsar actividades deportivas, centros de observación y clasificación, áreas de ingreso, aulas escolares, dormitorios suficientes y zonas de protección a sancionados, así como también hay carencia s de cocinas, comedores  y talleres para población masculina y para las mujeres faltan áreas de visita íntima, instalaciones deportivas y patios.

En este catálogo interminable de requerimientos, hacen falta baños, iluminación y ventilación e instaurar condiciones materiales y de higiene en dormitorios para terminar con condiciones indignas e inhumanas, a las que se suman moscas, moscos y cucarachas.

Existen deficiencias en el área médica, equipamiento y mantenimiento, así como en el manejo y distribución de alimentos, sin que se den a los internos utensilios para  consumir sus alimentos.

Incluso, se reportó la falta de custodios, manuales y protocolos de actuación, uniformes y accesorios, sanciones disciplinarias y peticiones para derecho de audiencia, así como fallas en la integración de expedientes y clasificación criminológica y separación de procesados y sentenciados, entre otras. (Quequi).