El Guadalajara pasa por encima de los Leones Negros y logra su primera victoria del torneo en casa. Carlos Fierro entra de cambio y hace un doblete.
GUADALAJARA, 8 de septiembre de 2014.– Chivas se liberó y volvió a ganar después de cuatro jornadas ante los Leones Negros de la U de G, en un partido que dominó durante la mayor parte del tiempo.
Las condiciones no parecían las más favorables para que el Rebaño se impusiera con semejante autoridad. Su adversario disponía de los mismos problemas y, aunque tuvo suerte de aguantar los primeros ataques, terminó siendo víctima de su propia incapacidad para generar un juego fluido y con ideas.
El triunfo sirve de oxígeno para los rojiblancos, sobre todo teniendo en cuenta el riesgo que corren en la parte baja de la tabla porcentual. Sin embargo, las dudas permanecen presentes: al equipo que dirige Carlos Bustos le falta contundencia y no es capaz de reflejar su dominio con más goles en el marcador.
En menos de seis minutos, el Guadalajara tuvo tres jugadas claras en el área de la U de G, todas ellas desperdiciadas por Alejandro Castro (3’) y Aldo de Nigris (4’ y 5’), quien en la segunda no pudo aprovechar un exceso de confianza del guardameta Humberto Hernández.
Ángel Reyna y David Toledo destacaron por ser los más peligrosos, con jugadas a velocidad y a balón parado que mantuvieron el peligro en campo contrario.
Los Leones Negros, entretanto, dicidieron correr menos riesgos, dedicándose más a rechazar servicios que a crearlos. Tal como lo mostraron ya en anteriores encuentros, son un conjunto que va pocas veces al frente y que prefiere dejarlo todo para el contragolpe.
En 58 minutos de juego los dirigidos por Alfonso Sosa no se acercaron siquiera a la portería defendida por Antonio Rodríguez. Fue hasta el 59’, con un tiro libre de Édgar González que se estrelló en el travesaño, que surgió el primer aviso en contra de los locales.
Antes, al 44’, Néstor Vidrio había adelantado al Rebaño con un cabezazo potente en el área, que se produjo de un centro bombeado de Ángel Reyna.
El momento más complicado que vivieron los rojiblancos tuvo un lapso de 11 minutos, del 59’ al 70’, en el que los melenudos entraron en confianza y estuvieron cerca de empatar con un remate de Andrés Ríos.
Tiempo después, el Rebaño logró controlar las cosas: se hizo fuerte en el medio campo y volvió a adelantar líneas, produciendo un tiro de esquina (74’) para poner el 2-0. Tras un ligero desvío en el área, Carlos Fierro, que enhabía entrado de cambio al 70’, se encontró solo para empujar la pelota al fondo.
El propio Fierro selló la victoria 10 minutos después, luego de recibir un pase de cabeza de Reyna que remató hacia el fondo de la red.