El presidente municipal de Dzilam de Bravo aceptó una medida cautelar para evitar esos actos de xenofobia y discriminación
Mérida, Yucatán, 21 de julio de 2017.- El presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CODHEY), Enrique Goff Ailloud informó que emitieron una medida cautelar al alcalde de Dzilam de Bravo, Julio Abraham Villanueva Rivero, tras los recientes actos de expulsión de personas foráneas de esa localidad.
Explicó que dos mujeres que viven en ese municipio –pero que son originarias de Campeche y Mérida- presentaron quejas ante este organismo autónomo, luego de que decenas de pobladores –en compañía del presidente municipal- les exigieron que se vayan del pueblo.
“Nos indicaron que una multitud de personas llegaron con piedras y palos a sus casas, y les dieron un término de tres días para desalojar la localidad, de lo contrario serían expulsados… en cuanto tuvimos conocimiento de estos hechos emitimos una medida cautelar”, explicó el ombudsman.
Luego de 24 horas de plazo, Villanueva Rivero informó a la CODHEY que sí aceptaba esa medida para garantizar la seguridad jurídica y la no discriminación de los pobladores foráneos de Dzilam de Bravo.
Pero, de acuerdo a Goff Ailloud, el alcalde negó que haya ido de casa en casa para pedirle a esas personas que se retiren del municipio. Sin embargo, como constató Desde el Balcón en una nota publicada el martes pasado, dicho edil priista sí caminó por las calles del puerto junto con un grupo de 50 habitantes “para expulsar foráneos”, acción que se ha repetido en otros días.
El ombudsman señaló que también le dieron conocimiento a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) sobre esta medida cautelar, por lo que giraron instrucciones para estar pendientes de la situación del municipio. De hecho se sabe que ya enviaron elementos policiacos a la localidad, y realizan operativos de vigilancia con las corporaciones federal y municipal.
Indicó que tras los recientes hechos delictivos ocurridos en esa zona de Yucatán–como la golpiza y robo a un comerciante en Dzilam González, y el asalto a una gasolinera en Dzilam de Bravo- que supuestamente fueron cometidos por “foráneos”, los pobladores tienen que entender que la violencia nunca será la vía para dirimir conflictos.
El presidente de la CODHEY declaró que esos pobladores y el ayuntamiento de Dzilam de Bravo están cometiendo actos de xenofobia, discriminación y violatorios a los derechos humanos.
“Se replica el estigma de que la gente que viene de afuera son delincuentes, y la realidad es no que se puede generalizar, nadie puede estar encima de la ley ni hacer justicia por su propia mano”, agregó.
Recalcó que debe prevalecer el diálogo, el entendimiento y la razón entre los habitantes, por lo que les pidió que permitan que sean las autoridades quienes apliquen la ley. “El llamado es a la tranquilidad y hacer uso de las instituciones para que se haga justicia”, añadió.
Por lo pronto, como el alcalde aceptó esa medida cautelar, deberá permitir el libre tránsito de la gente originaria de otras localidades y garantizar su seguridad jurídica, en particular de las dos personas y sus familias que presentaron sus quejas ante la CODHEY. (Herbeth Escalante; foto de Carlos Martínez)