Cultura y tradición en la danza de ‘El Viejo’

Del 26 al 31 de octubre se realiza la famosa danza en los pueblos del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca

Juchitán, Oaxaca, 31 de diciembre de 2019.- De día y de noche el baile de El Viejo se danza en los pueblos del Istmo de Tehuantepec del 26 al 31 de diciembre.

Para que no muera esta tradición, Florentino y Josué, de 25 y 30 años de edad, durante diez años han salido en esta época a la calle a realizar este baile que en zapoteco llaman “¿Zuyaa Hueelu la?”.

Con el cántico de “Venimos, buenas noches señores y señoras, venimos saludando para el año nuevo, caridad, caridad, venimos a pedir dinero para nuestros hijos en este nuevo año”, el viejo y la vieja, que son dos hombres, uno caracterizado de mujer con ropa típica, su enagua y su huipil y el otro con sombrero y algunas veces bastón, danzan al ritmo de la banda de música tradicional por las principales calles y espacios públicos.

Mientras el viejo y la vieja bailan, Mario, que es el organizador, toma una jícara y pide limosna a los curiosos que los ven danzar, algunos dan monedas y otros billetes, todos los días juntan entre mil y mil 500 pesos, los cuales se distribuyen en partes iguales.

Para Florentino y Josué, que dejaron su oficio de mototaxista y se aventuraron a bailar El Viejo, también es un arte porque no lo hace cualquier persona, sino que debe ser alguien extrovertido que aunque venga cubierto del rostro, con una máscara, tendrá que quitarse la pena y salir a la calle a bailar de forma exagerada todos los ritmos.

“Nos gusta mucho porque estamos conservando una tradición, mi abuelo y mi padre nos decían que ellos también se caracterizaban y salían a la calle, antes era a capela, ahora llevamos banda de música, otros cargan con su grabadora, este baile debe fomentarse porque cada vez somos menos”, afirmó Josué.

Será la noche del 31 de diciembre cuando los danzantes cumplan con su encomienda, levantan las prendas y las guardan, para el siguiente año las desempolven y nuevamente las usen para continuar esta tradición.

Josué y Florentino recomiendan que las escuelas también lo fomenten, que sean más jóvenes que lo bailen, porque de lo que se trata es conservar una tradición tan linda que caracteriza al pueblo zapoteca del Istmo.

Agencias