Domingo de Resurrección se tiñe de sangre en Sri Lanka

Una serie de atentados contra iglesias y hoteles provoca un baño de sangre en Sri Lanka durante la celebración del Domingo de Resurrección, una de las mayores festividades de la Semana Santa

COLOMBO.

La religión y el turismo han sido los objetivos de los ataques perpetrados hoy contra varias iglesias católicas y hoteles de Sri Lanka, con más de 200 muertos y sin que, por el momento, ningún grupo haya reivindicado su autoría.

En un país poco habituado a la violencia contra los cristianos, aunque sí a los enfrentamientos entre budistas y musulmanes, los ataques coinciden además con la celebración del Domingo de Resurrección, una de las mayores festividades de la Semana Santa.

Tampoco son usuales los atentados contra complejos turísticos de alto nivel, en un país que se ha convertido en uno de los principales focos de atracción turística en el Sudeste asiático por su exhuberante naturaleza y su rico patrimonio histórico.

Estas son algunas de las claves que definen a esta nación insular, conocida históricamente como Ceilán y que se independizó del Reino Unido en 1948.

RELIGIÓN

En Sri Lanka la población budista representa el 70.2 por ciento, mientras que los cristianos son el 7.4 por ciento, los hinduistas el 12.6 por ciento y los musulmanes el 9.7 por ciento, según datos del censo de 2011.

Los enfrentamientos entre budistas y musulmanes han sido recurrentes en los últimos cinco años: en 2017 se produjeron al menos 16 incidentes violentos contra musulmanes, que llevaron a la creación de «comités de reconciliación» en todos los distritos del país y en 2018 el Gobierno llegó a declarar el estado de emergencia.

TURISMO

Sri Lanka ha vivido en los últimos años un creciente desarrollo industrial que ha hecho crecer su PIB hasta los 87 mil 175 millones de dólares y la renta per cápita a 3 mil 840 dólares en 2017, en buena parte merced a un sector turístico en auge.

Según datos del Banco Mundial, Sri Lanka ha pasado en sólo dos décadas de recibir 360 mil visitantes (1997) a 2.1 millones (2017).

Excélsior.