«Los líderes eclesiásticos siempre son capaces de explotar, extorsionar, maltratar, abusar, de violar, y cuando llegan al palacio legislativo ellos deciden sobre nuestros cuerpos», refirió
Mérida, Yuc; a 24 de marzo de 2019.- En México ocurren nueve feminicidios al día y vivimos en un federalismo, con 32 estados, cada uno con su complejidad y sus problemas; con gobernadores o gobernadoras con la responsabilidad de la elaboración de las políticas públicas, pero que designan fiscales que no las ejecutan las leyes como debería de ser, manifestó la periodista Lydia Cacho, en la presentación de su libro #EllosHablan, en la Feria Internacional de la Lectura de Yucatán (Filey).
“Me preocupa que el problema que tiene el gobierno federal en este momento para entender la importancia que tiene distinguir el servicio que aportan las organizaciones de la sociedad civil que han hecho un trabajo importantísimo para salvar la integridad psicológica, física, emocional y jurídica de mujeres, niñas y niños, víctimas de trata y abuso doméstico”, dijo.
Ejemplifico el caso del retiro del presupuesto al Colegio de México, por parte del gobierno federal, “si lo quiere desaparecer, que lo hagan, no va a pasar nada por dejar de pagarle 180 mil pesos a Enrique Krause, ya ganó suficiente por no hacer nada, él y muchos otros, pero no se pueden hacer recortes importantes para la pobreza, la violencia contra las mujeres, la inseguridad, para no ser asesinadas por las parejas, o por líderes políticos que se dedican a hacerse ricos con la trata de niñas y niños”.
“Cuando se corta un presupuesto en tabula raza, sin comprender la diversidad de los estados se tienen dos problemas: primero que el gobierno local lo entienda y el segundo que el gobierno federal comprenda que son 32 estados que tienen complejidades y tienen que ser escuchadas, por lo que la responsabilidad de los y las periodistas es hacer ese tipo de análisis”, mencionó.
Respecto al retraso de la discusión en el Congreso de Yucatán sobre la alerta de violencia de genero y la ley que permitiría la despenalización del aborto, indicó que el conservadurismo es brutal, a lo que se suma la ignorancia, limitaciones culturales, intelectuales y jurídicas del conocimiento de las leyes actuales.
“Este país esta tomado por una panda de ignorantes, que han tomado los palacios legislativos que carecen de conocimiento mínimo para aplicar las leyes, a pesar se contratar a cinco o seis asesores, que no entiende, y además están parados sobre ese precepto del machismo; es un problema gravísimo y en Yucatán además, como en otros estados del país, la fortaleza de la iglesia tiene un impacto brutal en la política, y eso de que tenemos un paìs laico hay que ponerlo más en duda”, manifestó.
Recalcó que quienes ha logrado detener este tema como el aborto son los líderes eclesiásticos que “generalmente, en la península están siempre vinculados con la pederastia, son capaces de explotar, extorsionar, maltratar, abusar, de violar, tener amantes, de mentir, y cuando llegan al palacio legislativo ellos deciden sobre nuestros cuerpos, y no tienen derecho a hacerlo”.
Asimismo, Lydia Cacho indicó que en el periodismo la ética no puede ser intermitente, “una o un periodista que no hace lo correcto en casa, en su redacción, que no es solidario con sus colegas, que no se corrompe frente al poder, no debería de atreverse a analizar y criticar al gobierno; creo que habemos muchísimos reporteros y reporteras que hemos dejado la piel y nuestra economía y el bienestar de nuestras familias por decir la verdad, y que tenemos que seguirlo haciendo en un momento histórico como este, en el que la gente esta tomando decisiones políticas equivocadas o fáciles”.
Respecto a su libro manifestó que busca hace una narrativa diferente sobre el machismo.
“Estamos en un momento para hacer un llamado urgente, para acercarnos a la mesa de diálogo en el que reconozcamos como se construyó el machismo en nuestras vidas, en la cultura, en nuestra existencia como hombres y mujeres y qué demonios vamos a hacer con eso, porque esta incrementando el feminicidio, la trata de mujeres y niñas, la pornografía infantil y particularmente en regiones como el sureste mexicano”.
Verónica Camacho