El proyecto de Enerall ha dañado la flora y fauna de la Península de Yucatán desde el 2007
Ciudad de México, 2 de marzo del 2020.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) investiga desde abril de 2018 un megaproyecto de biotecnología que lleva a cabo una de las empresas de Alfonso Romo, actual jefe de Gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con la información publicada por CONNECTAS, Aristegui Noticias, Proceso, Univision, Vice en Español y el apoyo del International Center for Journalists (ICFJ), Romo se hizo de un megaproyecto acuífero en la Península de Yucatán en 2007 con su empresa de biotecnología Enerall, que hasta el momento ha bajado a 43% la disponibilidad media anual de agua en la zona.
El proyecto, que tiene como objetivo explotar la mayor cantidad de agua subterránea para uso agrícola, ha afectado en gran medida la flora y fauna del lugar sin que hasta el momento se tenga conocimiento de cómo lleva a cabo sus medidas de mitigación ambiental.
Sin embargo, la investigación de la Profepa abarcaba el daño sin autorización a un cenote -un cuerpo sagrado de la cultura maya-, problema que no se hizo más grande pues la empresa de Romo saldó una multa y el caso no se remitió a un expediente para una averiguación penal.
A pesar de que el actual funcionario dejó la titularidad de la empresa antes de integrarse al equipo de AMLO, aún sigue estando en manos de su familia y hasta la fecha Profepa no le ha practicado auditorías para verificar cumplimientos a las leyes.
Según lo explica el propio jefe de Gabinete, la empresa necesita grandes cantidades de agua para convertir los suelos pedregosos en fértiles, acelerando el ciclo de la naturaleza dos siglos: “Lo que la naturaleza hace en 200 años, lo estamos haciendo en un año”.
No obstante, el ingeniero agrónomo tiene un historial de proyectos de biotecnología que también han estado en entredichos, como Synthetic Genomics o Séminis, una empresa adquirida por Monsanto, la fabricante de semillas transgénicas.
El agua que usa Enerall es clave para la Península y los productores mayas, quienes desde 2016 padecen registros récords de sequías, sobre todo en el Rancho Asideros.
Cabe destacar que cuando se dio la investigación de la Profepa en 2018, Romo Garza lideraba el Grupo Plenus, subsidiaria de Enerall, cuando ya era coordinador de la campaña presidencial de López Obrador, quien para ese entonces ya figuraba como el próximo presidente electo.
Con ello, pudo estar presente en las bases de la Economía en la que se contemplaban obras importantes en el sureste como la obra del Tren Maya, misma que ya ha lanzado sus licitaciones para su primer tramo.
A pesar de que López Obrador ha expresado su plan para crear conciencia sobre el uso de las aguas, Romo ha sabido mantener al Presidente de su lado, que se hizo evidente tras los pleitos que tuvo con el exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, quien renunció en julio de 2019 tras señalar a Romo de tener conflictos de interés.
Entre los daños ambientales a las zonas mayas de Tizimín que se documentaron están los daños al cenote y a árboles como el chaká, el jabín, el yaxché, el koopó y el tsalam; además de contaminación en el agua ocasionada por el uso de fertilizantes y pesticidas.
Además, entre los animales están especies vulnerables como la ortuga caja amarilla (terrapene mexicana), la tortuga mojina (rhinoclemmys areolata), venados, entre otros.
Agencias