En crisis sector citrícola de Yucatán

Foto ilustrativa.

Se han perdido 1,600 empleos; hay competencia desleal en la venta de productos

Mérida, Yucatán, 21 de enero de 2021.– La pandemia, las inundaciones del año pasado, y las bajas ventas ha ocasionado que alrededor de 1600 personas del sector citrícola en Yucatán pierdan su empleo; aseguran que las mujeres y hombres del campo están padeciendo una severa crisis económica.

El comisario ejidal de Oxkutzcab, Freddy Alberto Domínguez Aké, en entrevista con Desde el Balcón, reveló que la mayoría de los productores no han recibido algún apoyo económico de parte de las autoridades estatales o federales, por lo que un gran número de ellos han solicitado préstamos bancarios para seguir sembrando, sin embargo, los interés los están “ahogando”.

Explicó que en Oxkutzcab hay 4,500 citricultores, mientras que en todo el Cono Sur, la cifra asciende a más de 16,000 campesinos que dependen de este sector económico.

“La verdad es que estamos olvidados, la pandemia, las lluvias fuertes y la venta desleal ha provocado que alrededor del 10% de los productores hayan perdido su empleo, estimo que son más 1600 personas”, comentó.

COMPETENCIA DESLEAL

Informó que a finales del año pasado, su venta comenzó a recuperarse, no obstante, llegaron miles de toneladas de frutas y verduras de Campeche, Tabasco y Veracruz a precios más bajos.

Ejemplificó que la caja (huacal) de tomate, los agricultores yucatecos lo suelen vender a 250 pesos, sin embargo, el “tómate foráneo” se comercializa en 100 pesos; panorama similar ocurre con el limón, aguacate y la calabaza, en promedio, se abaratan los productos un 50 por ciento.

“Si comenzamos a cosechar en diciembre pasado, pero el mercado se desplomó por la llegada de estos productos provenientes de otros Estados, lo que provoca un daño patrimonial enorme”, lamentó.

APLICACIÓN DE REGLAMENTO

En ese sentido, denunció una presunta complicidad entre las autoridades municipales de Oxkutzcab por permitir la entrada de comerciantes externos, y no regular los precios a través del Reglamento de Mercados aprobado por el Cabildo en el 2004.

“Existe un reglamento que pueden aplicar, el alcalde está facultado por el Cabildo para regular los precios, sin embargo, hacen caso omiso, y dejan en estado de indefensión el producto local”, acotó.

Sostuvo que no están en contra del libre mercado, de hecho su solicitud fue a raíz de las bajas ventas que ocasionó la pandemia, pues nunca antes habían hecho esa solicitud.

Agregó que su inconformidad surge, debido a que no se le hace justo que traigan productos de segunda mano a precios menores, y compitan con productos de primera calidad locales.

“En promedio una hectárea de tomate cuesta 250 mil pesos, pues por seis meses, dos o tres personas mínimo tienen que regar, fumigar, desyerbar, fertilizar y cosechar; con los precios tan bajos en el mercado, no estamos recuperando el monto invertido”, lamentó.

Por último, comentó que las fuentes de empleo no las dan los gobiernos, sino los productores, quienes tienen que ver cómo salir adelante, ingeniárselas y seguir sembrando, por lo que pide ayuda para que la crisis no siga aumentando.

Javier Escalante Rosado