Enfrenta Mérida amenaza ambiental

Al día, unas 200 toneladas de plásticos llegan al relleno sanitario, las cuales no se reciclan.

Mérida, Yucatán, a 2 de junio de 2019.- De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), al año se generan solo en los hogares mexicanos 31.5 millones de toneladas de basura, de las cuales solo ocho millones no se reciclan, es decir, no tienen tratamiento y se van a los basureros o se esparcen en lotes o en el mar.

Según la organización Cero Basura, el relleno sanitario de Mérida recibe unas 859 toneladas diarias de basura, de las cuales el 25 por ciento es plástico, unicel y PET no reciclado, es decir, más de 200 toneladas, lo que representa un foco grave de contaminación ambiental, ya que son materiales no biodegradable.

“Tenemos que abandonar la comodidad en la forma de consumir productos, que son servidos o envueltos con plásticos pet, unicel y otros, que son desechados en cualquier parte y terminan en un porcentaje considerable en el relleno sanitario”, planteó en entrevista Carolina Guadalupe Canché Rodríguez, presidente de Cero Basura Yucatán, A.C.

Destacó la necesidad de que los ciudadanos tomen conciencia de la gravedad del problema, por lo que es necesario aplicar el principio de las tres erres: reducir, reciclar y reutilizar, lo que significa participar de manera activa en la conservación del hábitat.

Dijo que Cero Basura Yucatán trabaja ya con el Ayuntamiento de Mérida en retomar la estrategia de separación de residuos domésticos que hace unos años intentó aplicarse sin éxito.

Indicó que la Comuna meridana inició un programa de separación y acopio de residuos sólidos domésticos denominado “Punto Verde Móvil”, que implica separar la basura en papel, cartón, latas de aluminio, fierro, PET, frascos, botellas de vidrio y bolsas de plástico.

Reconoció que el proyecto no opera al nivel deseable, por lo que se diseñará una estrategia para convertir a los ciudadanos y a las empresas recolectoras en agentes activos y así contribuir a la disposición racional de los desechos.

“Ni la gente separaba la basura porque sentía que era tarea de los pepenadores ni las empresas recolectoras recogían por separado los desechos, sino todo lo revolvían y lo tiraban al relleno sanitario”, puntualizó.

“No hay capacidad en la ciudad ni plantas de tratamiento necesarias para reciclar todo ese material», indicó la activista al referirse a la planta de Tratamiento de Reciclados del Sureste, «la única de su tipo concesionada al Ayuntamiento de Mérida», recalcó.

Jorge Euán