Caso de Pensiones no es un crimen pasional, es un feminicidio: Gina Villagómez
Mérida, Yucatán, 21 de agosto de 2020.– La doctora especialista en temas de género y violencia en contra de la mujer, Gina Villagómez Valdés, reiteró que el asesinato de una joven mujer ocurrida en el fraccionamiento Pensiones el pasado jueves, no se trató de un “evento trágico” o un “crimen pasional”, sino que se debe abordar y visibilizar como un feminicidio originado por un sistema patriarcal.
La especialista puntualizó que este tipo de historias, en años atrás, eran vistos como un drama causado por la euforia de dos personas que discutían en igualdad de condiciones, y por diversas circunstancias, una de las partes perdía el control, sin embargo, son términos incorrectos actualmente.
Explicó que el evento ocurrido a mitad de semana, en donde la joven Fernanda G.M. fue asesinada por su novio Enrique N. H. se trató de un feminicidio, ya que cumple con todas las causales, sobre todo por tener vínculo afectivo con el agresor y haber recibido una muerte extrema.
“Este hecho nos recuerda que la mayor cantidad de muertes de mujeres son causadas por sus parejas o miembros de su familia”, comentó.
En el caso de Pensiones, dijo que hubo una relación de poder, y que el sujeto sabía de sus intenciones, pues decidió cargar con un revólver para asesinarla al interior de un domicilio.
NO ERA SU DUEÑO
Añadió, según dichos de personas cercanas, se sabía que tenían una relación de conflicto, y él establecía un vínculo de poder, pues habían terminado en varias ocasiones, pero él insistía en regresar con ella.
“Los hombres machistas no pueden perder a un sujeto de control, en este caso una mujer, porque les hace perder el poder, ellos creen que si no es conmigo, no es con nadie”, relató.
A diferencia de los hombres, con las mujeres no ocurre lo mismo, pues al menos la nuevas generaciones ya no priorizan una relación amorosa, sino que son chicas que han vivido relaciones de fracaso, los divorcios de sus madres, de sus familiares o vecinas y todo ello las ha llevado a tener otros intereses, a ser más autónomas, independientes y pensar en su crecimiento integral con o sin una pareja, agregó.
El problema entre Enrique y Fernanda, posiblemente fue cuando ella intentó tener poder de decisión, sin embargo, todo parece indicar, que él pensó erróneamente que era su dueño y por eso la mató, puntualizó.
“Sin afán de disculparlo, Enrique, es un sano producto del patriarcado que goza de muy buena salud, sin duda este muchacho solo repitió un modelo machista que le fue interiorizado desde pequeño, y en caso extremo, posiblemente tenía otros tipos de complejos o inseguridades que agudizaron su poco control de la furia”, opinó.
CULTURA MACHISTA
La doctora reveló que el asesinato de Fernanda y el suicidio de Enrique, es ocasionado por una cultura patriarcal formada por la educación en casa, los medios de comunicación, en las escuelas, e incluso, en las instituciones religiosas.
“A los niños se les enseña que no deben llorar, que deben ser fuertes o que son quienes toman las decisiones, a diferencia de las niñas, que les inculcan tener proyectos de vida en torno al casamiento o a la maternidad”, explicó.
Aseveró que lo anterior se trata de un discurso patriarcal que refleja las condiciones subalternas de las mujeres frente a los hombres.
Dijo que en consecuencia, y en todos los ámbitos sociales, empresariales, políticos o económicos, los hombres juegan un papel protagonista y “basta con mirar a tu alrededor y darse cuenta quienes son los que están al frente de las instituciones”, sostuvo.
EDUCACIÓN PARA MACHOS
Agregó que luego de una formación machista, los hombres se creen dueños de las mujeres y las miran como objeto, “tal y como ocurre en los anuncios de cerveza o fútbol, quienes además te muestran a mujeres bellas o semidesnudas, bailando para ellos”, detalló.
Por último, dijo que al igual que todo el sistema anterior, las religiones han formado narrativas milenarias bajo una estructura patriarcal, pues hasta en los mitos del origen de la civilización humana, tachan a Eva como la culpable de los problemas de Adán.
Javier Escalante Rosado