Iglesia lleva consuelo a enfermos de COVID-19

Sacerdotes yucatecos atienden de forma presencial y virtual a fieles hospitalizados

Mérida, Yucatán, a 16 de mayo de 2020.- Ante el incremento de contagios de COVID-19, la Arquidiócesis de Yucatán, en coordinación con las autoridades de la Secretaria de Salud, y cumpliendo los protocolos que establece la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), ha conformado un equipo de sacerdotes para la atención exclusiva a los enfermos con COVID-19, mientras dure la contingencia sanitaria.

Al respecto, el Prbo. Jesús Armando Obregón Patrón, coordinador Diocesano de la Pastoral de la Salud y de la Vida, informó que este grupo de sacerdotes ha recibido el material y la capacitación necesaria para cuidar los respectivos protocolos de seguridad en la atención a los enfermos de forma presencial y virtual.

“Son doce los sacerdotes que conforman este grupo, y que se han ofrecido voluntariamente para este servicio, los cuales pertenecen a decanatos tanto de la ciudad de Mérida como del interior del Estado; aquellos que se encuentran en Mérida, tendrán un día de la semana designado para realizar su guardia”,

La Arquidiócesis de Yucatán precisó que para la atención pastoral a los enfermos con COVID-19 se tendrá a disposición el número telefónico 9992 961570 en horario de 8 a 13 horas y de 17 a 20 horas, de lunes a sábado. También podrá ser a través del Facebook “Arquidiócesis de Yucatán”, enviando un mensaje (inbox) con la información.

El servicio deberá solicitarlo algún familiar de la persona enferma. Posteriormente, el sacerdote asignado entrará en contacto, vía telefónica, con quien ha solicitado el servicio. De este modo se evaluará la situación de la persona, la conveniencia y el modo posible de cómo se dará la atención pastoral.

Si el apoyo solamente pudiera ofrecerse de manera remota a través de los medios tecnológicos, el sacerdote buscará el modo más adecuado y ayudará al enfermo a realizar un examen de conciencia disponiendo su corazón a la contrición perfecta y explicando la gracia de la indulgencia plenaria concedida por el Papa Francisco en su situación de enfermedad.

Se le invitará también, junto con su familia, a poner su confianza en Dios quien comunica su gracia a través de maneras extraordinarias.

Cuando fuera posible, y permitida por las autoridades sanitarias, la visita del sacerdote a un hospital, para administrar el Sacramento de la Unción a un enfermo de gravedad, se seguirán los protocolos de cada centro hospitalario, de manera que se garantice la salud de cada persona.

De acuerdo con esta dinámica, si algún sacerdote u oficina parroquial recibiera la solicitud para visita de un enfermo confirmado con COVID-19, deberá reportarlo al teléfono correspondiente para que el equipo de atención pueda ponerse en contacto directo con la familia del enfermo.

El equipo de sacerdotes designados atenderá únicamente a enfermos con COVID-19. La atención pastoral a personas con otras enfermedades continúa a cargo de cada párroco, tomando en cuenta las debidas precauciones sanitarias.

Jorge Euán