18 mil acuden al descenso de Kukulcán

Las tradiciones mayas marcan los ciclos solares y lunares, que regían su vida y tradiciones.

Piste, Yucatán, 21 de marzo de 2019.- Cada 21 de marzo, la pirámide Chichén Itzá recibe al Dios Kin (El Sol), y es ahí donde Kukulcán renace; y hoy no fue la excepción, luego de que miles de visitantes se dieran cita para ser testigo de esta maravilla arquitectónica prehispánica, la cual marca la transición entre invierno y primavera.

Y es que durante más de 40 minutos, Kukulcán deleitó a los visitantes de Chichén Itza, quienes maravillados apreciaron en un cielo despejado su descenso; y es que las tradiciones mayas marcan los ciclos solares y lunares, que regían su vida y tradiciones.

El Patronato de las Unidades culturales y turísticas del estado de Yucatán (Cultur) refirió que se recibieron poco más de 18 mil

asistentes al evento; de igual forma, señalaron, que se realizaron actividades antes de la bajada de Kukulcán.

El equinoccio solar, fenómeno arqueo-astronómico, es el momento en que la tierra es iluminada por el sol de igual forma en el hemisferio norte y en el sur. Al atardecer de los días 21 de marzo y 22 de septiembre, días del inicio de los equinoccios de primavera y otoño respectivamente, se observa en la escalera norte de la Pirámide de Kukulkán, una proyección solar, consistente en siete triángulos de luz, invertidos, como resultado de la sombra que proyectan las nueve plataformas de ese edificio, al ponerse el sol, que crea la apariencia de una serpiente que gradualmente baja por una de las escaleras hasta la cabeza, ubicada en la parte baja de la pirámide, hasta completar la emblemática serpiente emplumada. El proceso desde su comienzo hasta su culminación, dura aproximadamente 45 minutos.

Otro de los fenómenos que se observa en la pirámide maya es el equinoccio lunar que sucede durante la madrugada de luna llena, en el que se repite el juego visual de los triángulos de sombra en la escalera de la pirámide El Castillo, que simulan el descenso de la serpiente emplumada.

Durante el amanecer de los días 20, 21 y 22 de junio, tiene lugar el solsticio de verano, este espectacular fenómeno provoca que la luz ilumine sólo las caras norte y este de la pirámide, mientras que las caras sur y oeste permanecen en la sombra. En invierno ocurre lo inverso, es decir, la parte iluminada se oscurece y la oscura se ilumina, además de que no ocurre al amanecer, sino al atardecer de los días del 20 al 22 de diciembre. (Desde El Balcón).