La pandemia impacta al Mercado de Santiago

Locatarios ven en la Semana Santa una fuente de salvación.

Mérida, Yucatán, 13 de abril de 2022.- Casi un tercio de los locales del mercado de Santiago cerró por la pandemia del coronavirus y ahora los locatarios buscan devolverle la vida a este centro turístico y de abastos.

Recientemente recibieron una ayuda inesperada: la actriz y productora de origen mexicano Eva Longoria grabó en el espacio de comidas un fragmento de la nueva serie que busca promover a México.

Sin embargo, los “sobrevivientes” narran que han esperado casi dos años para que puedan iniciar una recuperación económica total, pues aun cuando han intentado reinventarse para mantenerse abiertos, no ha sido suficiente.

“Ahora que ya podemos operar al 100% nosotros, los restauranteros que somos el área turística, podemos hablar de una verdadera recuperación. Esperamos que en esta Semana Santa sea nuestra resurrección”, dijo la señora Rossana Medina, quien atiende la lonchería “La Guadalupana”.

Es de recordarse que, en 2018, el centro de comercios recibió una modelación grande, lo que lo hizo moderno y atractivo.

“A nosotros nos ayuda también el tener un cine al lado. Mucha gente viene a ver una película y aprovecha para comprar sus frutas y verduras con nosotras”, dijo Carla Poot, una de las locatarias que tiene su espacio en este mercado.

Joaquín Ruiz, mesero de la famosa lonchería “La Itzalana”, reconoce que han sido meses muy difíciles para ellos.  “La pandemia no solo hizo que baje el turismo, sino que nuestros clientes habituales dejaron de venir y solo pedían para llevar. Eso no nos convenía, porque no había propinas. Desde diciembre, la cosa ha cambiado un poco: la gente viene y aunque no tarda y consume lo de antes, ya usa nuestros comedores”.

El trabajador señala que poco a poco la gente va perdiendo el miedo y espera que en estas vacaciones se les duplique la carga de trabajo. “Cada año, en Semana Santa, vemos con alegría que las ventas aumentan casi al triple. 2020 y 2021 fueron las excepciones, primero por la sicosis que el virus desató y el año pasado no nos dejaron trabajar más que una o dos mesas, lo que no era bueno para nosotros”, reiteró.

Don Ariel Vega es el dueño del puesto de revistas más antiguo del mercado. Señala que tiene cerca de 50 años atendiéndolo y que ha visto de todo, pero el año pasado estuvo cerca de “tirar la toalla”.

“La falta de gente en los puestos de comida me pegó duro. La gente estaba más preocupada por comprar gel que por adquirir periódicos o revistas. Lo que sí vendí mucho fueron libros usados, creo que la gente leyó mucho en la pandemia”, dijo.

Así, el panorama en el mercado de Santiago luce prometedor, lo que quizá haga que esos locales que hoy lucen vacíos pronto vuelvan a tener vida.

(Tomás Gómez)