Aseguró que la iglesia católica también debe involucrarse en temas sociales, apoyar a las comunidades mayas y defender el cuidado del agua sobre cualquier interés privado.
Mérida, Yucatán, 19 de abril de 2019.— El arzobispo de la iglesia católica de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega reconoció que los transgénicos “son un mal que puede dañar al campo y a las comunidades”; por esa razón se solidarizó con los pueblos mayas que luchan en contra de las empresas transnacionales, “como cristianos también debemos comprometernos con temas sociales”, refirió.
Después de participar en un encuentro en Chacsinkín con los Guardianes de las Semillas, afirmó que más allá de ofrecer misas y bautizos, su trabajo no consiste en interesarse por lo estrictamente religioso, sino que también “debo escuchar a las personas que menos recursos tienen y darle voz a los que no tienen”, explicó.
—¿Usted está en contra o a favor de los transgénicos?, se le preguntó.
—“Por su puesto que estoy en contra, debemos rechazarlas. Las semillas transgénicas primero dan una buena cosecha, pero luego dejan la tierra infértil; por esa postura hubo empresarios que se han molestado conmigo”, relató.
Recordó que actualmente también es el presidente de Honor y Justicia de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAN), “desde ahí hemos hecho un documento en donde fijamos el rechazo de los transgénicos”, detalló.
Por otra parte, cabe recordar, que Rodríguez Vega —en diciembre pasado— emitió un comunicado donde afirmó que hay empresas nacionales que “envidian el agua de Yucatán”, y que por ningún motivo debe permitirse que contaminen el vital liquido; en supuesta referencia a la granja porcícola de Homún.
En ese sentido, explicó que ha organizado dos foros: “en el primero asistieron especialistas, académicos y ecologistas; en el segundo soló cité a párrocos de diferentes iglesias; el objetivo es tomar acción sobre el cuidado del agua”, argumentó.
“En septiembre, Mérida será sede del Séptimo Congreso Eucarístico, y como se acostumbra, tendremos que realizar una obra de caridad; normalmente se hacen comedores comunitarios o asilos de ancianos; pero en esta ocasión queremos crear una estrategia que se pueda replicar en más entidades y que sirva para defender el agua”, expresó el Arzobispo.
Reiteró que su intención “no es pelear con alguna empresa en particular, sino, al revés, cuidar el liquido y revertir contaminación.”
Comentó que el Papa Francisco, mandó una encíclica hace un año, en la pide a los católicos hacer “conversión ecológica” para el cuidado del planeta, “antes se hablaba de conversión del pecado o una conversión espiritual, ahora hablamos de una conversión ecológica, lo que ha causado asombro entre algunos feligreses”, finalizó.
Javier Escalante Rosado