Grupo de autoayuda ofrece apoyo.
Mérida, Yucatán, 10 de marzo de 2022.- De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, se estima que alrededor del 3.2% de la población que son casi 75 mil personas acudía antes de la pandemia manera habitual a los casinos y 2%, alrededor de 45 mil personas reconoce tener ludopatía, que es la adicción compulsiva a los juegos de azar.
Aunque por la emergencia sanitaria estos lugares cerraron, la percepción es que esta conducta al no poder realizarla de manera presencial, se trasladó a casas de apuesta que operan por medio de internet, en sitios web o aplicaciones para teléfono móviles, por lo que se estima que incluso el número de apostadores pudo haberse incrementado. En estos sitios virtuales los ludópatas apuestan por medio de una tarjeta bancaria.
“La ludopatía es una adicción es silenciosa, discreta y sobre todo permite esconderla por un tiempo lo que hace más difícil para el adicto que tiene un problema, no es como el alcohol, el tabaco o las drogas que son muy visibles. La ludopatía es una enfermedad que no tiene cura, pero sí se controla. Podemos vivir alejados del juego compulsivo”, señaló A. N., integrante del grupo de Jugadores Anónimos Mérida “Vuelve a Vivir”.
“La ludopatía es una enfermedad lenta, progresiva y mortal. Lenta, porque comenzamos jugando de a poco, como diversión nada más. Progresiva, porque cuando nos damos cuenta ya somos jugadores compulsivos y mortal, porque el ludópata al perder mucho o todo su patrimonio entra en depresión y puede llegar al suicidio”, mencionó.
La entrevistada mencionó que algunos de los síntomas visibles de la ludopatía son el cambio en el carácter de la persona, el comenzar a ausentarse de la casa y de las actividades familiares, miente para justificarse, se vuelve difícil de localizar y su fuerza de voluntad nunca es suficiente cuando de apostar se trata. Además, el ludópata comienza a destinar cada vez más dinero a una actividad que aparentemente es algo “sano” y “divertido”.
“Hemos sabido de historias de personas que han cometido robos o fraudes para obtener dinero y continuar apostando, personas que han tenido que ingresar a alguna institución de salud mental y casos muy lamentables en que el adicto al juego llega al suicidio”, advirtió.
Reiteró que la ludopatía es una enfermedad y que para ingresar al grupo de autoayuda de Jugadores Anónimos el único requisito es que la persona quiera dejar de jugar de manera compulsiva.
Dante la pandemia, el grupo realizó sesiones virtuales, pero ahora han regresado a las presenciales en el local de la Avenida Miguel Alemán por 19-A Depto. 4, los días lunes, miércoles y viernes. Se cuenta para mayor información con su página en Facebook: Jugadores Anónimos Mérida Grupo «Vuelve a Vivir» o al teléfono 9995-45-29-25.
(Desde el Balcón)