Menores ‘fuereños’, blanco de explotación

Enganchados por ‘extraños’ para ofrecerles trabajo en Mérida

Mérida, Yucatán, 13 de septiembre del 2021.– Menores de edad que deambulan por las calles de la ciudad de Mérida, que viven una situación de riesgo y explotación, son provenientes principalmente de estados de Chiapas, Tabasco y Veracruz.

Así lo dio a conocer para Desde el Balcón la investigadora y profesora de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Gina Villagómez Valdés, quien asegura que en este contexto no existen estadísticas oficiales, ni bases de datos, ni nada que se le parezca para determinar una situación real sobre el estado que guardan los menores en situación de riesgo.

Bajo este argumento, descarta que los menores que se encuentran realizando trabajos en las calles de la ciudad sean oriundos de Yucatán o lugareños, “son pequeños que son traídos por extraños, con supuestas ofertas de trabajo, pero lo hacen para comercializar todo tipo de mercancías, desde chicles, dulces o artesanías”.

Asevera que es una situación generalizada que tiene que ver con la pobreza y, por ende, con la necesidad. Por esta razón, se da el fenómeno de la migración, es decir, gente migrante que llega proveniente de otros lugares y toca base en la ciudad para llevar a cabo sus actividades.

“Estos niños en situación de riesgo no son yucatecos ni meridenses, son menores provenientes de esos estados del país, y los traen como cadenas de explotación que, en muchas de las ocasiones, los padres lo desconocen, no lo saben porque les hacen creer que van a trabajar en el sector turístico, cuando la realidad no es así”, destaca.

A decir también de la doctora en Antropología Social, “son redes de tráfico de mano de obra barata las que establecen un grupo de personas para controlar, manipular y explotar a los menores, ya que este fenómeno existe desde aproximadamente 18 años en la entidad”, y aún está presente en la sociedad.

Indica que el problema radica no solamente en la pobreza o en la educación en los hogares, sino también en el respeto a los derechos de los niños, los programas de protección y la falta de políticas públicas que se encuentran escasas, para que ayuden verdaderamente al menor y ofrezcan oportunidades de desarrollo y crecimiento saludable en todos los ámbitos.

“Porque la vivienda existe para la mayoría de las personas y de los menores en Yucatán. En tanto que, pobreza y vulnerabilidad no es un fenómeno en crecimiento, no en el caso de los menores”, expone. Y reitera que es importante dar a conocer la situación que prevalece, actualmente, este fenómeno de menores en riesgo en la calle, porque ya han pasado muchos años y se desconoce la realidad en que se encuentran.

Arturo Loyola