Messi jugará en Nápoles

El astro argentino visitará, por primera ocasión en su carrera, la ciudad que sigue aclamando a Maradona

Nápoles, Italia, 22 de febrero del 2020.- Cuando Lionel Messi suba la escalera desde la fosa que rodea el terreno de juego del estadio San Paolo, pisará un césped sagrado: El de la cancha donde su compatriota Diego Maradona produjo algunos de sus momentos más memorables y donde es venerado como un dios.

“Para nosotros, Maradona es más que un hombre. Es un dios. A los napolitanos nos encanta el futbol, vivimos para el futbol”, manifestó Carmine en una entrevista mientras tomaba un espresso. “Jamás olvidaremos lo que hizo por nosotros”.

En el altar del Bar Nilo hay lo que se asegura es un cabello de Maradona adentro de una caja transparente rotatoria. Lo describen como el “cabello milagroso”.

Carmine dice que recogió el cabello en 1990, cuando tomó el mismo avión que Maradona al regresar a Nápoles tras asistir a un partido de visitante.

Cuando se levantó, quedaron algunos cabellos en su asiento”, afirmó Carmine. “Me los llevé y se me ocurrió hacer esto”.

Tras irse de Barcelona, donde juega ahora Messi, Maradona recayó en Napoli y le dio los dos únicos campeonatos italianos que ganó en su historia, los de 1987 y 1990, además de la Copa UEFA de 1989. En esa época el astro se coronó campeón mundial con Argentina en México 86, tras eliminar a Inglaterra en los cuartos de final con el famoso gol de Maradona con la “mano de Dios” y otro que es considerado tal vez el mejor tanto en la historia de los mundiales, tras dejar en el camino a medio equipo inglés.

Napoli, una ciudad pobre sin muchos servicios sociales básicos, nunca había ganado nada importante hasta la llegada de Maradona.

Vimos con nuestros propios ojos los milagros que hizo”, declaró Carmine. “Los otros milagros son solo cuentos”.

A Carmine se le ocurrió instalar un altar a Maradona en el bar tras ver la cantidad de altares que había en los oscuros callejones de Nápoles, con velas que ayudaban a la gente a ubicarse durante los apagones.

Pero no es el único napolitano que busca formas de expresar su devoción por Maradona mediante rituales religiosos. A poca distancia de su bar se encuentra la Via San Gregorio Armeno, una estrecha calle llena de negocios que venden pesebres hechos a mano. Junto al niño Jesús, a María y a José hay reproducciones de Maradona y del actual astro del club, Dries Mertens.

Una de las primeras reproducciones que hicimos fue la de Diego Armando Maradona. No se imaginan cuántas vendimos. Hoy mismo se siguen vendiendo mucho”, declaró el artesano Marco Ferrigno, dueño del negocio.

Diego dejó una marca imborrable en la historia de esta ciudad. En el plano futbolístico y más allá también. Fue alguien `sui géneris”, dijo Ferrigno, usando la expresión latina para aludir a una persona especial. “Seguimos hablando de él 30 años después”.

Ferrigno no lo quiere admitir, pero la figura que más vende hoy es la de Cristiano Ronaldo.

Aquí hay muchos aficionados a la Juventus”, explicó.

Antes de salir a la cancha, Maradona le rezaba a la Virgen de Pompeya y besaba su tarjeta.

Si bien ya no se ingresa por ese sector lleno de imágenes de santos y de vírgenes, lo hacen por el centro del terreno y no por la Curva B , como cuando jugaba Maradona, Messi tal vez quiera pasar por ese rincón del estadio.

VOLARON LOS BOLETOS PARA VER JUGAR A LA PULGA

La expectación en la ciudad italiana comenzó desde diciembre pasado ante la posibilidad de observar por primera ocasión a Lionel Messi, luego de que el sorteo de la Champions League anunció el duelo de octavos de final entre el Barcelona y Nápoles.

Recuerdo el Nápoles por Diego y lo que consiguió, por las ligas y porque es el dios allí, esperemos que a Leo le salgan bien las cosas y saquemos adelante todo lo que tenemos por delante”, expresó  Guillermo Amor, director de Relaciones Institucionales del Barcelona, luego de conocer su rival en octavos de final.

Desde la primera semana de febrero se agotaron las localidades para el partido del próximo martes por lo que el lleno en el San Paolo está asegurado. También hay esperanza con el equipo local, que pasa por una buena racha. 

Agencias