México se prepara en uso de trajes por ébola

Cuatro horas tardarían en alistar el espacio para pacientes que presentaran esta enfermedad; especialistas advierten que los contagios en países donde está el virus han sido en el momento de quitarse el traje.

México, DF. 17 de octubre de 2014.-  Personal de salud ya practica el uso correcto de trajes de protección para evitar contagios al atender a pacientes con ébola en caso de que el virus llegara al país.

Ante las fallas en las que se ha incurrido en el protocolo de la colocación y retiro del traje de protección para atender a pacientes con ébola en otros países, el director de Calidad y Educación de la Salud de la Secretaría de Salud, Sebastián García Saisó, destacó que la dependencia está haciendo hincapié en el entrenamiento para que el personal de salud mexicano sepa cómo utilizarlo.

El traje cubre desde los pies hasta la cabeza. Es impermeable y ligero; sin embargo, al usarlo, el personal tendría que operar bajo condiciones de humedad y calor intenso.

“Lo que complica un poco el poder operar dentro de este entorno es la generación de calor,  es muy difícil estar cubierto de la cara con protección, tanto respiratoria como de mucosas en ojos y, además, encima una escafandra que cubre el resto de porciones tanto de cara como de cuello que en un momento dado pudieran estar descubiertas”, detalló García Saisó.

En entrevista con Excélsior explicó que la colocación y retiro del traje que tarda en promedio entre 15 y 20 minutos debe contar con la asistencia de una persona que supervise que todo se realice de manera correcta y que permitiría identificar el momento en que pudiera haber un contacto accidental.

El equipo de protección incluye tres pares de guantes: el primero de protección general; el segundo el que cubre y hace un sello perfecto con la parte superior del traje y el tercero que se utiliza para la atención.

“Este tercer par de guantes es el que se desecha en el mismo sitio en donde se brindó atención a un paciente, tanto sospecho como un caso confirmado de ébola, y se desecha para evitar finalmente esta contaminación”,  indicó.

El funcionario de la Secretaría de Salud encargado del área de la capacitación al personal expuso que el riesgo que se ha observado en los últimos contagios, sobre todo en el personal que ha estado involucrado en el manejo de casos, se da a la hora de retirar el traje.

“No debe haber ningún contacto de la piel de la persona con las superficies que estuvieron expuestas al entorno donde está el paciente, entonces esta técnica  es más complicada incluso que la colocación y es donde se ha observado mayor riesgo”, comentó.

En ese contexto, se dijo convencido de que uno de los factores más importantes en la lucha contra esta enfermedad, en caso de que se presente en México, aunque la posibilidad sigue siendo baja, será contar con personal de salud calificado que conozca las medidas de seguridad para evitar contagios.

A las autoridades de salud les tomaría entre dos y cuatro horas reconvertir el Centro Nacional de Investigación y Atención a Quemados (Ceniaq) del Instituto Nacional de Rehabilitación, en un espacio para la atención de pacientes con ébola en caso de que el virus llegara a México.

“El Ceniaq es un centro actualmente en operación, es decir, ofrece atención a los pacientes quemados, y en particular esta área ofrece atención a los pacientes quemados de mayor gravedad, en promedio, tenemos en cualquier momento en esta área tres pacientes internados, y está calculado mediante los protocolos que se han establecido entre dos y cuatro horas, dependiendo el número de pacientes que tengamos que movilizar, el poder contar con esta área exclusiva para manejo de pacientes que podamos detectar en un momento dado con enfermedad por virus del ébola”, previó el doctor Sebastián García Saisó.

Especificó que ese tiempo permitiría el traslado dentro del Instituto de los pacientes quemados a otro piso donde continuarían con su tratamiento.

“Esto nos permitiría utilizar toda esta  tecnología del CENIAQ de aislamiento y de posibilidad de manejo seguro para estos casos infectocontagiosos”, argumentó.

El Ceniaq cuenta con 12 cubículos con un sistema  de aire aislado, que que permite separarlo del aire exterior y de otras zonas del mismo edificio.

“Nos permite aislar al paciente completamente del medio ambiente, es decir el paciente que se encuentra hospitalizado en estos cubículos se encuentra completamente fuera del contacto del mundo exterior con un aislamiento sofisticado, con puertas automáticas”, describió. (Excelsior)