Mujeres rurales, víctimas de discriminación y violencia

Afirman que pandemia agudizó las condiciones sociales y económicas de la mujer que vive en el campo

Mérida, Yucatán, a 17 de octubre de 2020.- En Yucatán, las mujeres que viven en comunidades rurales siguen siendo víctimas discriminación y violencia de género, situación que las mantiene al margen del desarrollo económico y social.

En el marco del Día Internacional de la Mujer Rural, que se conmemora cada 15 de octubre, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) revela que en Yucatán el 60 por ciento de la población es maya, y de éste 30 por ciento son mujeres, las cuales por ser indígenas son víctimas de discriminación, violencia de género e impunidad.

De acuerdo con la ONU, el Día Internacional de la Mujer Rural reconoce la función y contribución de la mujer indígena en el desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza, la cual se incrementó por la pandemia del coronavirus.

En el caso de Yucatán, la pandemia del Covid-19 agudizó las condiciones sociales y económicas de la población maya, las cuales repercuten directamente en las condiciones de vida de la mujer indígena.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) señala que las comunidades rurales viven en graves estatus de pobreza, pues estados como Yucatán, que presentan altos índices de marginalidad, coinciden con los de mayor porcentaje de población rural, lo cual repercute de forma directa en las condiciones de vida de la mujer indígena.

De acuerdo con Gina Villagómez Valdez, académica del Centro de Investigaciones Sociales “Dr. Hideyo NoguchI”, de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), 70.5 por ciento de mujeres en el interior del Estado son víctimas de algún tipo de violencia y lo más grave es que en muchos de los casos, ellas se sienten o creen merecedoras de ese trato.

Por su parte, el Instituto Municipal de la Mujer (IMM) del Ayuntamiento de Mérida la violencia y discriminación por cuestión de género contra la mujer rural es más grave debido a una situación de vulnerabilidad por falta de acceso a servicios básicos.

Datos de la dependencia revelan que las mujeres que viven en comunidades rurales siguen enfrentando situaciones de discriminación debido a la forma de vestir y por su bajo nivel educativo.

La investigadora y activista pro derechos humanos, María Candelaria May Novelo, afirmó que es necesario que las mujeres mayas de Yucatán construyan redes de colaboración en sus comunidades para enfrentar los efectos de la pandemia.

“A pesar de las distancias entre las comunidades mayas, gracias a las redes se construyen alianzas que se adaptan a los conceptos de la cultura local y se traducen en actos de sororidad entre las mujeres, como es la aportación a la economía comunitaria el encabezar pequeñas empresas”, señaló la especialista en educación, sexualidad y derechos humanos indígenas.

DATO

Se estima que las mujeres rurales representan más de un tercio de la población mundial y el 43 por ciento de la mano de obra en el campo.

Jorge Euán