La mayoría percibe un salario diario entre 200 y 300 pesos.
Mérida Yucatán.- De acuerdo con un censo levantado por la asociación “Jade Propuestas Sociales y Alternativas al Desarrollo”, en Mérida el 97% de las trabajadoras del hogar, carece de contrato y el 80%, no cuenta con seguridad social.
Se dio a conocer que en el registro, participaron 362 mujeres y entre otros datos: el 41% tiene entre 41 y 50 años de edad; 50% son casadas; 49% son maya hablantes y 2%, tiene más de 15 años dedicada a esta actividad. El 97% de las censadas, no tiene ningún tipo de contrato de trabajo, más que un acuerdo verbal con sus patrones y 80% no están afiliadas al Seguro Social.
Además, el 61% percibe un salario promedio entre 200 y 300 pesos por día, sueldo con el cual más del 40% desempeña un trabajo mayor a siete horas y 22% , invierte en al menos 4 medios de transporte por día para trasladarse a sus lugares de trabajo.
La asociación considera como indispensable crear un padrón voluntario, el cual permita conocer el panorama en la entidad, para luchar por sus derechos y ayudarles en los problemas que pudieran tener en sus lugares de trabajo.
“Junto con Norma Palacios Trabamala, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO) y Makieze Medina, coordinadora de género y trabajo del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir coincidimos en que es necesario informar tanto a las mujeres empleadas como a los empleadores para el cumplimiento de sus derechos”, destacó Raquel Aguilera Troncoso, directora de Jade.
Añadió que exigen que las autoridades tomen cartas en el asunto, pues esta es la primera ocasión que el país cuenta con datos del tema y fue realizado desde la sociedad civil.
“Esperamos una agenda pública para trabajar en beneficio de las mujeres trabajadoras del hogar porque hasta ahora, las cifras muestran las injusticias laborales. No se trata solamente de derechos laborales, sino derechos humanos en general. Por ejemplo, aunque solo el 7% de las mujeres del padrón se percibe como víctimas de violencia (sexual, verbal, económica, psicológica), esto no refleja que no la vivan, sino que la han normalizado”, aseveró.
Mencionó que durante los meses más álgidos de la pandemia del COVID-19, el 25% de las trabajadoras del hogar, se sintieron discriminadas, ya que las trataban como si ellas fueran a contagiar a sus empleadores.