Continúan rentando espacios para ayudarse con recursos
Mérida, Yucatán, 12 de febrero de 2020.- El Palacio de la Música mantiene finanzas sanas, aseguró su director, Maleck Abdalá Hadad, quien reconoció, esto se ha logrado gracias a los ingresos que se mantienen por la renta de los distintos espacios que integran el recinto.
“No podemos hablar de bonanza, menos de pérdidas, nos encontramos estables y estamos trabajando para salir adelante” declaró antes de recordar que el objetivo de ingresos mensuales es de 120 mil pesos, dijo enero de 2020 inició con el 70 por ciento de ocupación e ingresos.
Precisó que el propósito del lugar –al estar administrado por un fideicomiso- es vender y rentar la sala de conciertos, terraza, salones, salas de juntas, galerías y cafetería; lo anterior se ha logrado gracias a que venden a futuro, y es que según declaró desde marzo de 2019 ya tenían contratos cerrados para mayo de 2020.
La gente, continúo, ha incrementado su interés en realizar eventos en el Palacio de la Música, lo que ha permitido que ya tengan fechas para los meses de marzo, abril y mayo.
“Además de los conciertos y conferencias, estamos cocinando diplomados, ya hicimos el primero, estamos trabajando dos más, también tenemos proyectos musicales con niños, por ahora son gratuitos, pero la intención es captar recursos federales con ellos” indicó.
Recordó que los ingresos por estas rentas son destinados a pagar los gastos del recinto, dijo, mensualmente se gastan 650 mil pesos por concepto de servicios, de esos 300 mil son del pago de luz y el resto comprende vigilancia agua, limpieza y división del seguro.
De acuerdo con la información proporcionada, las rentas van desde los 3, 000 a los 30 mil pesos más IVA, esto depende del espacio a ocupar o del evento que se pretenda realizar.
Sobre el servicio de catering que planeaba, dijo, continúan en la búsqueda pues la idea era que la cafetería que estaba en el Palacio sirviera para esto, sin embargo, por cuestiones de tiempo y administración tuvo que cerrar, por lo que buscan nuevo inquilino.
Karen Clemente