Afirman que en Yucatán se realizan terapias de conversión contra preferencias homosexuales
Mérida, Yucatán, a 20 de noviembre de 2022.- El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) señala que en México cinco millones de personas de 15 años y más se autoidentifican como LGBTI+ debido a su orientación sexual, identidad de género o ambas.
Al respecto, Marcela Durán Rosado, académica de la de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), afirmó que la sexualidad se descubre, no se elige, contrario a los estereotipos que muchas personas creen o consideran.
“La elección de juegos y colores, no dice nada de la orientación sexual de una persona; la orientación sexual y la identidad de género son dimensiones diferentes de la sexualidad y no influyen entre sí», explicó al participar en la XVI Feria de la Salud de la UADY.
De acuerdo con el informe “El arcoiris también brilla en Yucatán” hay avances y retrocesos de la población LGBTI+, sin embargo, el estudio revela que en la entidad se realizan terapias de conversión en contra de las preferencias homosexuales.
Por ello, asociaciones como el Colectivo por la Protección de Todas las Familias, Indignación y Unasse coinciden que en Yucatán hay avances en el respeto y garantía de los derechos humanos de las personas LGBTI+ , aunque aseguran que persiste la discriminación en los diferentes sectores sociales.
«Los pensamientos, mitos o ideas que la sociedad tiene contra las personas de la comunidad LGBTI+, como son: las personas bisexuales son homosexuales que no se aceptan”; en una relación homosexual, una persona hace de hombre y otra de mujer; es posible curar la homosexualidad a través de terapias psicológicas, hormonales y psiquiátricas”, afirmó Durán Rosado.
Explicó que la homofobia y transfobia se define como actitudes, comportamientos que suelen pasar desapercibidos, pero restringen y violentan reiteradamente hacia quienes se salen de una sexualidad hegemónica.
La académica apuntó que para construir una sociedad más equitativa, incluyente y respetuosa se recomienda no hacer preguntas en torno a los órganos sexuales, operaciones o nombres anteriores; prestar atención y corregir el lenguaje cotidiano y recurrir a fuentes científicas.
JORGE EUAN