Polvo del Sahara combate ciclones

Revelan los beneficios y perjuicios de estos elementos

Mérida, Yucatán, 9 de noviembre de 2019.- El polvo del desierto del Sahara no solo trae implicaciones estéticas en el ambiente. Tiene una dualidad nocivo-benéfica para el ser humano y las plantas, lo que impide determinar si es bueno o malo, señalaron expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en una ponencia efectuada en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).

En el marco de la conmemoración por el 97 aniversario de la Facultad de Química de la UADY, se impartió la conferencia “El impacto del polvo del Sahara en la calidad del aire, la microbiota y la formación de nubes en la Península de Yucatán”, a cargo del investigador del Centro de Ciencias de la Atmosfera de la Universidad Autónoma de México (UNAM), Luis Ladino Moreno.

El experto reveló que las nubes de polvo provenientes del Sahara que llegan a la península de Yucatán cada año incrementan en un 300 por ciento la cantidad de partículas que respira la población y pueden producir problemas de índole respiratorio.

Aparte del impacto en la salud, subrayó que estas partículas africanas traen consigo metales y nutrientes buenos para enriquecer el suelo yucateco; aunque también afectaría la formación de nubes, lo que altera de una u otra manera el desarrollo de precipitaciones.

Ladino Moreno explicó que además de los problemas respiratorios que pudiera causar en la población, este fenómeno meteorológico es capaz de provocar disminución en las lluvias sobre las regiones en las que se mueve en grandes cantidades, de hecho, podría inhibir la formación de ciclones tropicales.

Señaló que el polvo está compuesto por arena y aerosoles dispersos, los cuales contienen bacterias, hongos y virus que se generan en tormentas formadas al Occidente de África.

Asimismo, agregó, el arribo de esas nubes con restos minerales hace que los amaneceres sean grisáceos y los atardeceres rojizos.

Por otra parte, destacó que las principales fuentes de estos polvos minerales son las regiones áridas de África septentrional, la península arábiga, Asia central y China.

“La cantidad de polvo del Sahara que ingresa a la Península depende de la intensidad del viento y concentración de este sobre África”, dijo.

Para finalizar, comentó que el polvo del Sahara contiene fosfatos y hierro, abonos muy eficaces para algas y plantas.

Eduardo Herrera