Profepa asegura tres primates del circo “Atayde Hermanos”

Los ejemplares tenían lesiones corporales que no fueron atendidas debidamente, además de que no se les proporcionaba un trato digno y respetuoso.

Mérida, Yuc. 06 de mayo de 2014.– Como resultado de una inspección realizada al Circo “Atayde Hermanos”, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) Delegación Yucatán, aseguró tres ejemplares vivos de primates, comúnmente denominados “papión” (Papio hamadryas), dos de estos hembras y uno macho.

Los ejemplares tenían lesiones corporales que no fueron atendidas debidamente, además de que no se les proporcionaba un trato digno y respetuoso.

Durante la inspección realizada al circo “Atayde Hermanos”, se identificaron a los tres ejemplares de primates con presencia de lesiones alopécicas (caída o pérdida de pelo) producto de infecciones cutáneas mal atendidas, así como presencia de escamas (descamación), resequedad y opacidad del pelo en diferentes partes del cuerpo.

En la inspección no se detectó ninguna medida para controlar y disminuir el sufrimiento y el control del padecimiento; tampoco se identificó ninguna medida para controlar la propagación de la infección sobre el resto del grupo de animales del circo, por lo que se concluyó  que  éste no seguía un Plan de Manejo sobre Fauna Silvestre Exótica.

Ante lo sucedido, funcionarios de la Delegación Federal de la PROFEPA en dicha entidad, levantaron el acta respectiva de inspección en materia de vida silvestre y aseguraron  los ejemplares, los cuales fueron trasladados  a la Unidad de Fomento a la Conservación y aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre (UMA), “Parque Zoológico El Centenario”, ubicado en la Ciudad de Mérida, Yucatán para su resguardo y protección.

Con base en la Ley General de Vida Silvestre,  artículo 122, se considera una infracción realizar actos que contravengan las disposiciones de trato digno y respetuoso a la fauna silvestre, establecidas en dicha ley. Su incumplimiento puede derivar en la aplicación de una multa de 50 a 50,000 veces el salario mínimo vigente, decomiso de los ejemplares, partes o derivados de la vida silvestre o bien la revocación de las autorizaciones o permisos correspondientes.