Repuntan suicidios en Yucatán

Detonan depresión, problemas familiares y abuso de alcohol, muertes autoinflingidas

Mérida, Yucatán, a 10 de septiembre de 2019.- Los suicidios vuelven a dispararse en Yucatán, pues en los meses de julio y agosto el número de muertes autoinflingidas rebasó las 120, cuando en el primer semestre del año pasado se reportaron 96 casos.

De acuerdo con la Dirección de Salud Mental de la Secretaría de Salud de Yucatán, al término del primer semestre de este año se reportaban 115 suicidios, de los cuales cuatro eran de personas de entre 17 y 28 años de edad.

La dependencia señala que aunque los adolescentes no es el sector de la población que más comete el acto suicida, la SSY trabaja en esquemas educativos y de prevención y cuando se consuma especialistas realizan una autopsia psicosocial, que consiste en una investigación con familiares y amigos cercanos para conocer la situación familiar del suicida y cuáles fueron los mensajes de alerta que emitió antes de privarse de la vida.

Los especialistas puntualizan que el grupo más propenso a cometer suicidio es el que va de 18 a 38 años, el cual representa la etapa más productiva de la población y los factores que influyen para que una persona cometa el acto suicida, sin importar la edad ni el estrato social, son los cuadros depresivos, problemas en la dinámica familiar, la situación económica y el abuso en el alcohol y el consumo de drogas.

En 2018, la SSY registró 246 suicidios; el mayor número de casos ocurrió en Mérida, donde la cifra fue de 103; le siguieron Kanasín, con 19; Hunucmá y Progreso, con cinco en cada uno; y en Maxcanú, Oxkuztcab, Peto, Celestún se registraron cuatro casos en cada sitio.

Cabe mencionar que también en 2018 hubo un repunte de casos, ya que en el 2017 se reportaron 195 casos, tres de ellos eran personas entre nueve y 17 años; en el 2016 fueron 155; cinco de ellos eran personas entre 13 y 17 años; y en el 2015 fueron 190, 13 de los cuales tenían entre 12 y 17 años.

Los académicos coinciden en que las personas no deben temer hablar del suicidio, en especial la familia, cuando se observan cambios en el comportamiento y comentarios de alguno de sus miembros, el cual habla de que “no lo van volver a ver”, ¡ojalá y me muera!” o comienza a regalar sus pertenencias u ordenas sus documentos.

Jorge Euán