Se desploma la producción de miel yucateca

Pegan a apicultura deforestación, fumigaciones aéreas y robo de apiarios

Mérida, Yucatán, 24 de noviembre de 2019.- La fumigación aérea de cultivos de soya y maíz provocó en julio de 2018 la muerte masiva de abejas en la comunidad maya de Dzonot Carretero, del municipio de Tizimín, y un año después los apicultores yucatecos no logran recuperarse y atraviesan por una grave crisis productiva.

Al respecto, Nelly Ortiz Vázquez, presidenta de Abeja Planet, alertó que la apicultura en Yucatán atraviesa por una grave crisis productiva, como consecuencia de la deforestación, fumigaciones aéreas, y robo de apiarios, pues hace 10 años una colmena generaba hasta 50 kilos de miel año, “hoy apenas se cosechan 15 kilos del producto”.

Se debe señalar que la crisis de la apicultura se agudizó como consecuencia de la fumigación aérea de cultivos de soya y maíz en julio de 2018, lo cual ocasionó la muerte de miles de abejas en apiarios que están ubicados en terrenos de la biosfera de Ría Lagartos.

Por este atentado contra el ecosistema, siete apicultores interpusieron una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que dio carpetazo al asunto y solo se limitó a señalar que el asunto está “absolutamente concluido”.

Ortiz Vázquez explicó que en el caso de las fumigaciones “hemos observado que en el sur y oriente del estado, los apicultores han reportado la muerte de sus abejas; sin embargo, se debe precisar que las abejas se mueren por la fumigación sino que los químicos dañan sus neurotransmisores lo cual las desorienta al momento de volar; esta situación afecta más la reina porque antes de copular tiene que realizar un vuelo nupcial y cuando se encuentra en medio de una fumigación no regresa a la colmena”.

Sobre la producción de miel “pirata”, aseguró que los apicultores no adulteran el dulce porque “la adulteración es un proceso caro y complejo que requiere altos niveles de fructuosa, que no está al alcance de los apicultores yucatecos”.

Pero lo que sí alertó es el impacto negativo que ocasiona la deforestación, como consecuencia de la fumigación, lo cual en algunas zonas de Yucatán ha reducido la floración de tajonal, enredaderas, el árbol de dzidilché y del chacá.

“Como apicultores no realizamos ningún tratamiento a la miel porque cumplimos con las normas para tener una correcta inocuidad en todo el proceso de producción”, puntualizó.

Y en medio de este panorama, los apicultores yucatecos confían en que las lluvias que cayeron esta temporada incrementen la producción, pues tienen reportes de floración en el sur y oriente del Estado.

Jorge Euán