El delegado Rubén Valdez Ceh señaló que de comprobarse que los elementos cometieron actos violatorios a los derechos humanos, deben ser castigados
Mérida, Yucatán, 09 de abril del 2016.- El delegado en Yucatán de la Secretaría de Gobernación (Segob), Rubén Valdez Ceh, declaró que el respeto de los derechos humanos debe prevalecer en la entidad, por lo que esa instancia “estará pendiente” de las investigaciones en torno al caso de un joven que asegura recibió una golpiza por parte de elementos de la Gendarmería en Conkal.
En entrevista para Desde el Balcón, señaló que está en espera de que la Policía Federal –responsable de la Gendarmería- le envíe un reporte sobre estos hechos ocurridos hace unos días, pues como hemos informado, los uniformados golpearon y torturaron a un menor de edad en el monte de la carretera Conkal-Ixil.
El funcionario aclaró que la Segob sólo tiene injerencia vinculatoria con la Gendarmería, por lo que son los órganos internos de esta corporación los que tienen que investigar lo que pasó, y de comprobarse que los policías cometieron una ilegalidad, sancionarlos.
“Las averiguaciones deben ser muy precisas, en caso de que se compruebe la violación de las garantías individuales debe haber un castigo. Si un servidor público comete un acto de discriminación y desagravio contra un ciudadano debe ser sometido a un proceso de ley», recalcó.
Valdez Ceh precisó que desde que llegó la Gendarmería a Yucatán –en noviembre del año pasado-, la Segob no había recibido reportes de detención y de tortura en contra de ciudadanos por parte de sus elementos federales.
Por lo que en el caso del menor de edad de Conkal, insistió, “los órganos de control de la propia corporación serán los encargados de revisar y en su caso sancionar si se comprueba la ilegalidad”.
Como hemos informado, el joven M.A.P.C. de 16 años de edad declaró hace unos días que recibió una golpiza por parte de los Gendarmes, luego de ser “levantado” en el centro de Conkal sin que haya cometido algún delito. Se lo llevaron con dirección a Ixil, en donde fue golpeado y torturado con descargas eléctricas, y que incluso amagaron con atropellarlo.
El menor de edad, que trabaja de carbonero, identificó el número del vehículo oficial de la Gendarmería, el 17381, asignada a patrullar por esa zona de Yucatán, en donde viajaban sus agresores.
Sobre estos lamentables hechos, personal del departamento de Comunicación Social de esta División, negó dicha actuación ilegal de los uniformados, y aseguró que sólo se trató “de una revisión de rutina”.
Cabe mencionar que el joven agredido interpuso una queja ante la Comisión de Derechos Humanos (Codhey) y ésta la turnó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la cual realizará la investigación contactando primero a la gendarmería destacada en Yucatán. (Herbeth Escalante; foto de Lorenzo Hernández)