Auténticamente temerario que se pueda fijar como fecha probable el 24 de agosto próximo para el regreso presencial a las clases en Yucatán. Quisiéramos pensar que la titular de la Secretaría de Educación del gobierno del Estado, Loreto Villanueva Trujillo, dio una fecha únicamente como «tentativa» porque de acuerdo a los pronósticos del sector salud, y de quienes se precian de saber sobre el desenvolvimiento y desarrollo de la pandemia del Covid-19, estiman que será cuestión de meses que podría reducirse hasta noviembre o diciembre de este año.
Por tanto, quisiéramos ver qué padres de familia se arriesgarían en esas fechas a llevar a sus niños y jóvenes a sabiendas de que el riesgo del contagio está latente. Además, es claro que la misma SEGEY y autoridades del ramo -incluyendo maestros- tendrán que ser más creativos para sobrellevar el curso escolar 2020-2021 en condiciones de calidad y buscando la reducción de los riesgos de contagio.
Aparte, faltará ver la evaluación de daños en escuelas -sobre todo en el ámbito rural- después de las constantes lluvias provocadas por depresiones y tormentas tropicales.
O sea que la SEGEY y su titular, a pensar con seriedad qué hacer y evitar, ante todo, cometer imprudencias.
Desde el Balcón