La delegación de la SAGARPA que se encontraba «infestada» de irregularidades va tomando forma después de una «limpia» casi integral y obligada del delegado Pablo Castro Alcocer, quien asumió esa titularidad en los últimos meses del 2015.
Desde «aviadores» hasta nóminas «infladas» y programas sin ejecutar, recursos ignorados o mal canalizados, fueron algunas de las situaciones que encontró el funcionario federal. Se asegura que por esa «purga» ha sido objeto de presiones y hasta veladas amenazas por andar «pisando callos» a viejos lobos de mar del llamado sector agropecuario.
No obstante, todo ello con lentitud, porque a nivel central, es decir en la Ciudad de México, le pidieron al funcionario «sustentar» todas y cada una de las anomalías. (desdeelbalcon.com)