En tanto el gobierno del Estado conforme una nueva iniciativa que modifique los términos de las pensiones y jubilaciones que permitan «rescatar» al ISSTEY de la eminente quiebra financiera, la directora de la dependencia, María Isabel Rodríguez Heredia, se «brinca las trancas» y lejos de aplicar una auténtica austeridad en esas oficinas, se dio el lujo de autorizar la compra o renta de algunos nuevos vehículos.
No pocos empleados comentaron que para administrar las prestaciones de la burocracia estatal no se necesitan excesos ni ostentaciones y mucho menos vehículos.
Tampoco cursos de capacitación o de manualidades, asuntos que parecen haber desviado la atención de lo que realmente debió de ser esa institución desde su creación de origen.
Cercana y bien recomendada desde el Palacio de Gobierno, la directora del ISSTEY parece importarle poco o nada lo que piense su personal y la mayoría de sus trabajadores que ven que está ocurriendo ahí; pues, «más de lo mismo…»
Desde el Balcón