Con todo en contra, el candidato del PRI y PRD en Mérida, el Senador con licencia Jorge Carlos Ramírez Marín, logró mantener a ese partido dentro de la competencia electoral y evitó una derrota espantosa para el tricolor, como la registrada en 2018 con Víctor Caballero Durán, en la alcaldía de Mérida.
Historia de traiciones y pésimo manejo en la elección de candidaturas, pleitos intestinos e imposiciones de la dirigencia estatal y nacional del tricolor, dejaron maltrecho y herido al PRI yucateco.
Y de paso, eso provocó escisiones que acabaron en Morena (de manera formal y hasta camuflados), y en Movimiento Ciudadano en Yucatán.
El PRI, otrora partido mayoritario, quedó en Yucatán en tercera posición de acuerdo con los resultados preliminares, algo nunca visto, y perdió la mayoría cameral.
Triste episodio en el que las dirigencias local y nacional de ese partido han metido a esa institución a punto de dejarla moribunda.
Desde el Balcón