Troncos, albarradas y cristales para impedir acceso

Ya son decenas de ayuntamientos que presumiblemente violan el libre tránsito

Mérida, Yucatán, 29 de abril de 2020.- A un mes y medio de haberse registrado el primer caso del nuevo coronavirus en Yucatán, decenas de ediles han sido cuestionados por implementar medidas restrictivas que presumiblemente violan el libre tránsito de las personas que habitan en sus municipios. 

Desde el Balcón acudió hasta Dzemul, ubicado a 50 kilómetros de la capital yucateca; ahí, las y los pobladores, así como las autoridades municipales se organizaron –y motivados aparentemente por el miedo– y edificaron una albarrada de un metro de altura en medio de una carretera que comunica al lugar.

Este obstáculo impide a los peatones, ciclistas, o automóviles ingresar al sitio.

Pero este lugar es solo un ejemplo, a menos de 20 kilómetros, en Mocochá ocurrió lo mismo, solo que en vez de albarrada instalaron letreros, colocaron ramas, piedras y rompieron botellas de vidrio para imposibilitar que personas externas ingresen al poblado. 

Está situación no es exclusiva de estas comunidades, también ha ocurrido en Valladolid, Hoctún, Oxkutzkab, Tekax o Tahmek, solo por mencionar algunos municipios.

Pero esto ha ido más allá, el edil de Valladolid Enrique de Jesús Ayora Sosa mandó a tirar escombro en un camino hacía Kanxoc, o recientemente el alcalde Freddy Ruz Guzmán, quien amenazó de meter a la cárcel a los transeúntes después de las 9 de la noche.

Ante toda esta situación, diversas voces se han manifestado, como Grupo Indignación, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey), y las diputadas de Movimiento han solicitado poner especial a los ayuntamientos, ya que en su afán de ayudar podrían estar violentando el libre tránsito.

Javier Escalante Rosado